Capítulo ⁴

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Mi papa estaba sentado en un sillón de la sala, con su celular en mano.

-¿Que modales son esos para entrar ,niña?

Lo mire a los ojos. Seguí mi camino hacías las escaleras, sin haberle respondido.

-Y,¿ahora a ti que te pasa?

Me voltee de golpe.

¿Que es lo que me pasa?

"Pues resulta papá, que lo que pasa es que te escuche hablar con una morra que no era mi mamá ,acerca de que te ibas a ir con ella. Nada más" pensé.

Estaba dispuesta a exponerlo, luego recorde las palabras de Enzo, y lo único que salio de mi boca fue:

-¿Te importa?

Me miro sorprendido, se paro, y dijo:

-¡Constanza! ¿¡Pero que te pasa!?-hablaba moviendo las manos- ¡Si me importa o no, es mi problema! ¡Soy tu papa y me respetas!

Mi papá iba a decir algo mas, pero antes de escucharlo , me subí corriendo las escaleras hacia mi habitación.

Cerré la puerta, le puse seguro, y me tiré a la cama.

¿Que le pasa? ¿Acaso cree que el puede estar haciendo lo que le venga en gana, y no tener consecuencias?

Trataría de calmarme. Enzo me va a ayudar a descubrir si realmente tengo razón. No podía sacar conclusiones aceleradas.
Pero, ¿qué más da? Ya las había sacado por mi cuenta.

Lo único que podía hacer: era esperar.

Y con ese pensamiento, me dormí.

(...)

Me levanté por una llamada de mi teléfono.

Me despereze, y tome mi celular con una mano, mientras que con la otra me tapaba los ojos.

Contesté sin siquiera ver quien me marcaba.

-¿Bueno?

-¡Cons!

Revise la hora en mi celular y se me salio un bostezo. Eran las 11:20 de la maldita mañana. Ah, y la de la llamada era Blake.

-¿Que tal amiga?

-¡Tienes que ver esto!

Me senté en la cama, y recarge mi cabeza en la cabecera.

-¿Que cosa?

-Te lo mande por mensaje. En serio Cons, miralo , es urgente.

- De acuerdo. Adiós.

Colgué y revise mi whatsapp. Efectivamente tenia dos mensajes de Blake. Dos imágenes para ser mas específica.

Abrí la imagen, y bufé ante lo que tenia en frente.

La asquerosa zorra de la escuela, Amanda y su secuaz, Josephine, habían subido a su instagram, una foto mía, de hace como tres años, en donde me encontraba de espaldas a la cámara, pero con la cara volteando.

El problema no era eso. No, claro que no.

El problema, era que tenia el pantalón manchado, de nada mas , y nada menos, que de sangre. Si, amigos mios, estaba en mis días y para colmo, manchada.

Cerré los ojos y eche la cabeza para atrás. Suspire. Todavía no había ni entrado a la escuela, y ya me estaban haciendo la vida imposible.

Regrese mi vista al celular, y como quote, le habían puesto:

Eres MíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora