Finding

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Tres semanas más tarde, Taehyung estaba sentado en su pupitre escuchando la aburrida clase que su maestro impartía. En verdad, su atención más que en el hombre mayor estaba en el teléfono que tenía entre las manos y debajo de la mesa. Estaba esperando algo..pero no sabía lo que realmente era. Después de repetir varias veces el patrón de bloqueo y desbloqueo, bostezó y miró a su alrededor en busca de Jimin.

Desde que habían cambiado de asientos, Jimin pasó de estar detrás suya a estar en la otra punta de la clase. Y, cuando hicieron contacto visual, Taehyung quiso gritarle y decirle que quería irse de ahí,sabía que en ese estado de aburrimiento no iba a aprender nada nuevo. Suspiró y al final se quedó mirando el reloj, dando golpes de vez en cuando con sus dedos en la mesa al compás del segundero.Antes de que pudiera darse cuenta, la clase ya había terminado y, de inmediato se puso en pie, recogió y salió del aula como alma que se lleva el diablo.

Taehyung,hace tiempo, renunció a su trabajo en la biblioteca y ahora,trabajaba en una bonita guardería. Nada más llegar, se puso a jugar con una pequeña niña de cinco años quien intentaba arduamente construir un castillo para su muñeca. La pequeña, cuando no llegaba a ciertos puntos de la torre, le pedía ayuda sin dudar a Taehyung y este feliz, los colocaba. Tras terminar de construir el castillo,ambos sonrieron y se chocaron las manos.

— ¡Gracias!¡Ahora la princesa no estará sin hogar!..—La niña rió y abrazó a Taehyung con fuerza.

— ¡De nada! Haré cualquier cosa por una princesa..—Taehyung cogió a la pequeña en brazos y le dio una vuelta en el aire antes de dejarla de nuevo en el suelo. En cuanto lo hizo, vio a un niño llorando en una esquina. Se despidió de ella y en seguida fue hacia él.

— ¿Que te pasa pequeño?...— Taehyung se sentó frente al niño que no dejaba de frotarse los ojos para detener las lágrimas. Buscó con la mirada y entonces, el mayor se levantó para coger una caja de pañuelos y así ayudar a limpiarle las pequeñas gotas de agua que descendían por sus ojos.

— Es..es que...mi amigo..se ..se ha ido y....yo quería que ..se quedara...—Lloró haciendo de sus manos diminutas un puño. — Él...dijo que no..podríamos jugar más...— Lloró aún más. Taehyung sabía por lo que estaba pasando aquel niño y apretó sus labios recordando a aquella persona. Suspiró y su cara cambió completamente mostrando una suave sonrisa. Cogió al pequeño niño de siete años y comenzó a alzarlo en el aire una y otra vez. Al ver que el niño ya no lloraba sino que reía lo bajó despacio al suelo.

— ¡Está bien! ¡Tienes a tus otros amigos! ¡Y también me tienes ami!..—Picó la nariz del pequeño con uno de sus dedos y lo mandó con los demás a jugar. Con una sonrisa un poco más grande, vio como tímidamente el niño tocaba vacilante el hombro del otro y le preguntaba si podía jugar con ellos. Al ver que se llevaban bien, Taehyung pudo irse a otro sitio de la clase para vigilar a los demás.

— ¿Qué estás dibujando?..—Se acercó a una niña que estaba sentada sola en las mesas de la zona de manualidades y artes.

— Estoy dibujando una flor...— Ella le dijo sin siquiera levantar la vista.Estaba demasiado ocupada coloreando los pétalos de color púrpura.

— ¿Y..por qué solo dibujas una? — Taehyung le preguntó agarrando una silla para sentarse frente a ella y observar su obra más de cerca.

— Pues...porque es difícil... — La niña murmuró. Cuando terminó todos los pétalos, cogió un lápiz de color amarillo y empezó a pintar el centro.

— ¿Que tal si te ayudo? ¡Juntos podríamos hacer un gran campo de flores!..— Taehyung sonrió y abrió los ojos de par en par,haciendo que la niña levantara la vista del papel y le sonriera.

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