Otro Día más y esto Continúa

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Luego de aquella conmovedora escena, Perla no podía dejar de abrazar a Steven, quería demostrar el aprecio y el amor que sentía hacía su pequeño.

-No te quiero lejos de mí-
Habló con un tono dulce y gentil.

El Chico se sentía muy bien por el hecho de sentir tanto apreció de parte de su Cuidadora, Perla. A pesar de haber estado por algún tiempo, Steven quería volver a poner los pies en el suelo.

-¿Me puedes bajar Perla?-
Le preguntó tratando de no parecer algo molesto.

Pero a pesar de haberle hecho aquella petición, la pálida no hacía caso algo ya que seguía con lo suyo. Steven algo inquietó volvió a solicitar aquella petición.

-Perla... ¿Puedes bajarme por favor?-
Volvió a preguntarle, y en ese preciso momento, la Pálida se dio cuenta de que Steven le estaba hablando.

-Oh cierto-
Se fijó de que lo había estado abrazando durante mucha tiempo, aunque para Perla no había pasado tanto tiempo.

-Perdón-
Se disculpaba Perla mientras ponía a Steven en el suelo. Esta no pudo evitar hacer visible un rubor de color celeste.

-No hay problema, Perla-
Le decía Steven poniendo una sonrisa que iba dedicada a Perla, y ésta a su vez le hizo de la misma manera una sonrisa.

El Chico observó por la ventana de su Cuarto, lo que vio fue, el Sol, esto indicaba que aún era de Tarde, así que quiso aprovechar lo que quedaba del Día.

-Parece ser una agradable Tarde-
Dijo el Chico sin quitar su vista de la ventana. Perla también volteó a ver por la ventana.

-Pero no tan lindo como tu-
Habló muy bajo la pálida, a lo cual el Chico escuchó aquel susurro que venía de su compañera. A pesar de haber escuchado, no llegó a escuchar mucho de lo que dijo.

Steven sólo se limitó a ver a Perla sin decirle nada, y ésta se dio cuenta de que su pequeño la había escuchado.

Volteó hacía donde estaría Steven y ahí lo vio, mirando fijamente hacía donde estaba Perla, parecía estar algo confundido pero no decía nada.

-C-Creo que deberías comer algo Steven-
Propuso algo nerviosa la pálida, ya que pensaba que Steven la había escuchado, aunque no era así, debido a que éste sólo escuchó susurros.

El Chico asintió para proceder a hacer lo antes propuesta, después de todo, era lo que el Chico necesitaba. Steven junto a Perla bajaron las escaleras para ir hasta el Comedor donde se procedería a hacer aquella petición.

-Muy bien-
Habló felizmente Perla, ella extrañaba ver a Steven, y extrañaba estar a solas con él, así podrían convivir aún mejor.

-¿Qué quieres comer, Mi pequeño?-
Continuó hablando, siempre con una sonrisa en su rostro.

-Cualquier cosa que me des estará bien-
Le respondió haciendo sentir bien a Perla, y ésta le asintió para proceder a hacer algo para Steven.

. . .

Habían pasado varios horas desde que Steven terminó de comer, y éste no sabía que hacer, sólo estaba acostado en su cama mirando hacía el techo.

Por otro lado, Perla se encontraba haciendo el aseo de la Casa, era lo único que le gustaba hacer cuando no tenía mucho que hacer en esos momentos.

Al cabo de unos minutos se percató de la falta de actividad en el Cuarto de Steven, así que decidió ir a ver sino se había dormido; Sin más que decir, Perla dejó de hacer lo suyo para ir hasta el Cuarto del Chico, quería verificar si estaba dormido o simplemente estaría realizando alguna actividad en silencio.

Lo más valioso que tengoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora