¿Cómo me encontraste?.- Parte 24

60 11 11
                                    

Tres días, tres días llevo encerrada en éste maldito infierno, en éste lugar asqueroso sin moverme de esta jodida silla, ya creo que sufriré pronto una jodida enfermedad vaginal si no logro escapar de este lugar, no soy movida de ésta silla a menos que Teresa se acuerde o tenga el placer de hacerme sufrir y torturarme en todo el día. Mis pulmones intentan respirar el poco aire que hay en este repugnante y asqueroso lugar, con todas la heridas de mi cuerpo, siendo maltratadas cada día, cada minutos, cada segundo, pero cada segundo que pase se lo haré pagar esos gilipollas.

Una luz, la única luz que logro ver en las cuatros paredes que ahora estoy encerrada atada a una inútil silla, esa luz es mi salvación, pero antes debo buscar la manera de desatar estos putos nudos de mis manos, para luego deshacer los de mis piés. Por vigésima vez intento desatar el nudo de mis manos, si que se la hizo con éste nudo.

-¡Libertad!.- .Exclamo para mí misma al obtener quitar estos nudos de mis manos, pero quedo en seco al escuchar lo que solía llamarse puerta principal abrirse, me levanto de la silla aún con los piés atados y busco donde esconderme, pero no antes de buscar algo con que defenderme.

Tomé una soga con la que Teresa solía azotarme y dejar marcas en todo mi cuerpo, me translado a un lugar mas oscuro a saltitos cortos en el poco tiempo que me queda y lo mas silencioso que pueda hacerle, para cuando pueda atacar a quien sea que venga. Espero que sea Teresa.

-¿Hay alguien aquí dentro?. -Esa voz...Se me hace familiar, pero no puedo descifrar quien es. ¿Será del pasado?. - ¿Alicia? ¿Estás aquí?. - ¿Será él? ¿Será Jake Lockhart?. No sé si vendrá a ayudarme o no lo sé, espera....¿Él es el chico que se apareció en mi dormitorio aquella vez?, el que intentaba violarme, ¿Jake?, ¿Enserio?.

-¿Te atreves a venir después de todo lo que pasó? - Escupí de una buena vez.

-¿Dónde estás pequeña?, debo arreglar unos asuntos contigo... - Tonto, aún no se daba cuenta que estaba detrás de él, así que aproveché, tomé la soga fuerte en mis manos y la lancé sobre su cuello apretándole bien fuerte. -¡AHh!- Gime de dolor.

-¿Qué quieres?, ¿Por qué estabas allí aquel día?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-¿Qué quieres?, ¿Por qué estabas allí aquel día?. -Interrogo, pero no obtengo respuestas más que sus gritos por lo fuerte que le ahogo con la soga. - ¡Habla! - Escupo, pero aún no obtengo respuesta, así que decidí soltarle un poco y arrastrarlo a la silla donde estaba yacía minutos, lo suelto allí mientras uno de mis piés lo sostiene en el pecho para que no lograra escapar, cada vez que lo intente recibirá una gran patada de parte mía o le apretaré bien fuerte hasta escuchar algunas de sus costillas quebrar. -No vuelvo a repetir... - Dije un poco amenazador con la soga entre mis dedos para pegarle bien fuerte en su lindo y perfecto rostro, pero me tranquilicé un poco al ver las comisuras de sus labios moverse.

-Eres una gilipollas. -Sin pensarlo mis manos yacía en su perfecto rostro, mientras sentía mis nudillos ardes y la sangre de su boca en mis nudillos. -¡Bien!, hablaré..- Suspira. -Ese día estaba ebrio, sí?. Estuve buscándote hace años y cuando te encontré resultó ser en el peor día en el peor momento y no sé que tenía mi bebida, pero al verte me excite, mi amigo allá de bajo no pudo tranquilizar sus hormonas. - Dice con una sonrisa pícara,

Prometo Cuidarte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora