Parte 29

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Alicia Steefth


Al día siguiente me había levantado involuntariamente, Kendall aún seguía dormido al lado mío,  lo siguiente fue tomar una ducha y bajar a hacer desayuno. De todos los días más extraño,  éste era uno, Jake estaba en el regazo de la cocina tomando un café, aún con sus bermudas puestas y su abdomen completamente desnudo,  el hecho de que el día sea raro, no me refería a como vestía,  si no lo que expresaban sus facciones,  lo que estaba haciendo, como estaba. Jake nunca vivía café por la mañana,  decía que era demasiada energía para él,  no podría consumir nada dulce por la mañana,  a parte de que nunca se levanta temprano, y por sus expresiones está sudado, donde hay una temperatura fría y tiene una enorme erección, más que sus mejillas están sumamente rojas.

—¿Te pasa algo?

—N-no —miente— hace un poco de calor aquí,  ¿no?

—Vamos Jake, no ne mientas. Sé muy bien que te pasa algo, por Dios sólo mira tu grande erección,  estás sudado —río.

—Anny —Resopla fríamente.

—¿Que? ¡Oh Dios!  ¿no me digas que te la follaste? —Jake hace una mueca de tristeza, lo cual me pone jodidamente mal.

—No —comenta—, es solo que no puedo dejar de pensar en ella. ¿Que rayos me pasa Hall? —Lo sabía,  sabía que esto pasaría.  Una enorme sonrisa se dibuja en mis labios y comento:

—¡Estas enamorado!

—No es así.  No puedo estarlo, no quiero.

—A ver... ¿Por qué lo dices? ¿por qué no puedes o quieres?

—Porque le haría daño,  jamás he llevado una estúpida relación,  jamás he tenido algo serio, no quiero lastimarla, no quiero herirla o ilusionarle —traga grueso—, podría lastimarla tanto, que solo en una noche o en abrir y cerrar de ojo la perdería,  sin siquiera llegar a tenerla.

—Uhh. —¿Uhh? No sabría que decir,  por una parte el tendría razón,  tal vez la perdería al no saber llevar una relación,  tal vez le haría como a mí,  huir al no saber una respuesta. Y dejarla ahí con el corazón roto, después de tantas ilusiones, y por lo que sabía de Jake, jamás tuvo algo serio, siempre tenía la amiga que la follaba y finalmente la dejaba ir, por razones de sentimientos, nunca había tenido algo serio, suele ser un hijo de puta con las mujeres,  y por lo que veo él no quería hacerle éso a Anny, y desde que Jake se apareció,  Anny había sentido una pequeña atracción hacia Jake, pero es tan cerrada que aveces no lo demuestra —Sólo cuídala, trata de darle lo mejor, escuchala, háblale e incúlcale que no eres el mejor en relaciones, déjale saber sobre tu vida personal un poco, sobre tu pasado.  A las chicas nos gusta que nos digan las cosas claras, más a Anny. Lleva todo a un ritmo normal. No te desesperes.

—¿Cómo crees que haré éso? Anny es increíble,  no quiero hacerle daño con una de mis estupideces, como podría llevar una relación tranquila con ella, tal vez linda,  sin hacerle daño. ¿Como?

—Sólo confía en ti —comenta Anny apareciendo en nuestro campo de visión,  y dejando a Jake completamente helado— ¡Buen día! Sólo imaginen que no estoy aquí,  me haré oídos sordos, sigan en su charla.

—Y-oo —tartamudea, Jake— necesito hablar contigo.

—Yo también —Comenta tan fría como siempre.

—Yo me retiro, veré si Kendall sigue dormido —digo y desaparezco de su campo de visión por las escaleras.

Al llegar a la habitación,  miro hacia la cama y Kendall no estaba, la puerta del baño se abre haciéndome ver, el magnífico abdomen de Kendall, ¡Mandre Santa!  Inspecciono todo su cuerpo, desde los dedos de los piés, hasta el pelo más largo de su cabeza ahora mojados, al recorrer su cuerpo semi-desnudo, (simplemente con una toalla tapando su parte íntima,  dejando verme sus abdominales) me detengo en sus labios carnos, húmedos y rosados. Una sonrisa en media luna se posa en sus labios, dejándome ver su hermosa dentadura.

¡Madre mía! ¡Me ha dejado helada en mis pensamientos!

Muerdo mi labio inferior,  pidiendo calor, pidiéndole simplemente con la mirada calor, deseando a Kendall dentro de mí.

—L-lo siento —tartamudeo.

—¿Por qué?

—Por esto —me lanzo hacía él,  dejándolo boca-abierta,  poso mis manos, detrás de su nuca besandolo desenfrenadamente. Un gemido sale de mis labios, al sentir sus frías manos sobre mis pechos.

—¿Me deseas? —¡Sí! ¡Maldita sea! ¡Si lo hago! Te deseo desde el primer día que posé mis ojos en ti, en el día que me di cuenta de que lo que amaba estaba justamente al frente mío, y estaba tan cegada, que no me di cuenta.

Pero no, no tenía las agallas, simplemente dije: —Sí.

Mis manos bajaron a su toalla, y éstas se desacieron de ella, dejando a flote la enorme erección de Kendall, me desprendo de sus labios, dirigiéndome hacía la puerta, la mirada de Kendall se posicionó en mí con el ceño fruncido, salí de la habitación y lo dejé parado allí con una enorme erección, y con la boca que le llegaba hasta el suelo, formando una enorme "O".

—¡Alicia! —lo escuché gritar, pero decidí ignorarlo.

No podía hacerlo, cada vez que intentaba hacerlo, o incluso veía una película que tendría alguna escena de sexo sin importar que sea censurada pensaba en aquella noche en que perdí mi virginidad con Jake. Lo tanto que dolía ésta mierda, no podría siquiera pensar en eso me aterroriza siquiera pensarlo. Joder, duele, duele desear a alguien, y querer tenerlo dentro de ti, pero no tener el valor. La primera vez que perdí mi virginidad (y la unica vez) dolió,  sentí como si me clavaran un estaca en mi vagina,  nunca pensé que algo tan grande entrara por ahí, ¿Como personas podrían admirar el sexo? Es bastante excitante, lo sé. Pero... ¿y el dolor? ¿se va a la mierda? Al hombre es el único que le da un simple placer que podrían provocar con las manos o con sexo oral hecho por una mujer, ¿y nosotras? ¿dolor y satisfacción? Dicen que sí lo haces varias veces el dolor va desapareciendo, pero no quería sufrir más,  a principio de cuentas duele como el coño,  pero después que está dentro todo significa placer, no le temía al dolor, le temía a qué pasaría de nuestra relación después de ahí,  necesitaba algo más lento, sé que yo provoque todo, pero necesitaba ayuda psicológica para intentar calmar mis hormonas.

—¡Hasta que al fin te encontré! —comenta Kendall al llegar y sacarme de mis pensamientos. —¿Que pasó allí adentro? —sólo había huido hacía el patio trastero por miedo a que me penetres bien duro.

—Tengo miedo —escupí fría.

—¿De? Es decir,  ¿tienes miedo de que las cosas salgan de control? —Llega justo al punto.

—Sí.

—Sabes que tuviste el error de dejar una enorme erección allá debajo.

—Lo sé.

—¿Por qué tienes miedo? —esa era la pregunta a la cual aún no tenía respuesta concentra.

—Y-oo no lo sé —¿enserio? Esa era mo respuesta.

—¿Es por lo de Jake? —Sí.

♥♡♥♡♥

Hola, está corto wey, lo sé.
Estoy corta de tiempo y también enamorada. 😏💅😍❤🙈



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