BTS Virus ➳ Jimin; Hoseok

☢ Fórmula 18 ☢

No hay forma de que pueda amar a alguien
Pero, quiero que me amen
Incluso si el ayer continua así por siempre
No iremos a ninguna parte, tú y yo

(All Alone With You - EGOIST) 

Luego de ver que Hyon había quedado refugiada se calmó y dejó llevar, miró como lo llevaban a una camioneta como las que siempre usaban para transportarlos y ahí se encontró con los demás que ya yacían en los asientos dormidos.

Sus ojos comenzaban a pesar debido al aire que había respirado, en otro asiento pudo ver a su mánager que ya estaba ahí observándolo con cierto temor, apenas se dio cuenta de que era debido al impacto de verlo en esa forma, como un niño pequeño, casi mágico el asunto y muy descabellado.

—Ya son todos, luego vendremos a buscar a los responsables — le dijo la persona que lo dejó en un asiento, Jimin intentaba no cerrar los ojos porque tenía miedo de dormirse y no volver a ser el mismo.

El automóvil comenzó a moverse y mientras recargaba su cabeza contra el cristal pudo ver que alguien salía de detrás de la casa, alzó sus ojos para poder mejor y ahí fue donde la vio. Hyon con su forma normal venía corriendo detrás de la camioneta con toda la fuerza que podía poner en sus piernas.

—¡Alto! ¡Alto! — Gritaba, pero también alguien venía persiguiéndola, los mismo policías que los habían "rescatado".

—Deténganse — pidió en un susurro, estaba demasiado débil como para que lo escucharan, su respiración comenzaba a pesar — Paren...— relamió sus labios, necesitaba respirar hondo para que su voz tuviera más potencia — ¡Alto!

El manager lo volteó a ver apenas notando que Jimin estaba intentando comunicarse, lo miró y luego notó que una chica estaba intentando alcanzarlos.

—Hyon...déjenme hablar con ella — intentó removerse pero su cuerpo estaba pesando demasiado.

Al fin se detuvieron, el manager fue quien bajo a hablar con la chica que los policías ya tenían agarrada.

—Creemos que ella fue la que los secuestró — le dijo uno de ellos al manager.

—No los secuestré, todo fue un accidente — empezó a decir Hyon bastante preocupada, algo anormal en su siempre apacible rostro — Necesito darles esto, es la cura para que vuelvan a ser normales

Los tres hombres que la tenían rodeada se vieron entre ellos, parecían no confiar en ella y eso era normal.

—Por favor...— añadió Hyon que pocas veces usaba esa palabra — Los regresaré a lo que eran, lo prometo

—Hyon...— voltearon a ver que de la camioneta bajaba a duras penas el pequeño Jimin, tambaleaba debido al cansancio que estaba sintiendo, casi a punto de desvanecerse.

—Jimin — pronunció su nombre y quiso ir hasta él, sólo que su manager se interpuso, alzó la vista y lo miró suplicante — Si no lo doy esto a tiempo, lo perderé — dijo con voz algo quebrada.

Hyon se había dado cuenta que de eso se trataba lo que sentía por Jimin, no lo quería perder porque resultaba ser algo muy valioso para ella y si él estaba en peligro por su culpa, iba a anteponerlo todo para solucionar aquello, esa era su nueva determinación y en ese momento lo que menos deseaba era perderlo a él, a aquellos recuerdos que habían formado en ese poco tiempo.

El amor era algo en lo que no creía, porque no era exacto ni preciso como la ciencia de la que tanto gustaba y el hecho de estarlo descubriendo por primera vez le resultaba muy confuso, no estaba segura sobre si amaba a Jimin, pero algo tenía claro.

No quería que cuando la viera de nuevo, en sus ojos hubiera completo desconocimiento.

—Está bien — dijo por fin el manager quitándose de en medio.

Corrió directo hasta donde estaba y se agachó para ponerle enfrente el frasco donde estaba la pócima con el antídoto.

—Tómalo todo — se lo entregó y él lo tomó entre sus pequeñas, sin embargo sus piernas fallaron, Hyon lo tomó antes de que se cayera y lo puso en su regazo —Yo te ayudaré a tomarlo

Le murmuró, Jimin estaba recargando su cabeza en el brazo de ella y la miró con sus pequeños ojos y rostro infantil. Posó el frasco en los labios de él para que tomara, lo vio esperanzada y cuando le dio lo suficiente esperó.

—Si no funciona...Hyon...quiero decirte que — tomó la mano de la chica que lo tenía en su regazo como si fuese un bebé y la apretó — lo que siento no es falso, es real, realmente me gustas

Los párpados de Jimin pesaban y estaba amenazando con cerrarse, Hyon observaba aquello aterrada.

—Funcionará — dijo tan determinada, pero ciertamente estaba temiendo lo peor — No te duermas

—No...Hyon, ¿yo te gusto? — Preguntó en voz baja.

Se estremeció al escuchar esa pregunta, tragó duro y apretó sus ojos.

—Sí...Me gusta Park Jimin aunque ahora luce como un niño — admitió finalmente, pero cuando abrió los ojos se encontró con un pequeño dormido — ¿Eh? ¿Jimin? — Lo comenzó a remover lentamente para despertarlo, sólo que no funcionaba — No...No te vayas, acabo de decirte que me gustas Park Jimin

Tomó su rostro con sus dos manos y apretó sus mejillas, no despertaba.

—No...No puede ser — de repente sintió una punzada en sus ojos, algo amenazaba con salir y no entendía qué era hasta que inundaron su visión y resbalaron por sus mejillas hasta llegar a caer en el apacible rostro de Jimin.

Hyon por primera vez en su vida estaba llorando, se encontraba lo suficientemente triste como para que su cuerpo reaccionara así.

—Oh — dijo limpiándose las gotas saladas y mirándolas con sorpresa — Realmente te quiero...— bajó la vista y comenzó a darse cuenta que el cuerpo de Jimin empezaba a cambiar lentamente.

Empezaba a recuperar su forma natural, la ropa se rasgó debido al repentino cambió y Hyon miró por fin cómo lucía él con su aspecto adulto, todavía seguía en sus brazos cuando tenía ya su forma natural, observó aquellos mismo labios carnosos que poseía, las mejillas y sus pestañas ya que sus ojos seguían cerrados.

Aquello comenzó a cambiar ya que comenzaron a abrirse, Hyon se quedó expectante de saber si podría ver reconocimiento en su mirada o una pérdida total. Jimin miró fijamente a la chica que tenía justo encima de él, sus anteojos redondos puestos sobre esos pequeños ojos rasgados algo similares a los suyos, su cabello amarrado en un moño mal hecho y notó que parecía que estaba llorando.

—¿Hyon? — Preguntó dando una respuesta a lo que estaba esperando ella.

—¡Jimin! — Se lanzó a apretarlo contra ella en un abrazo.

—Estoy de vuelta, Hyon

Las cosas habían resultado bien.