Yo, una adolescente de 15 años, no pedía tanto, más bien nada. Sólo quería que mi vida siguiese igual, es cierto que había cosas que me hubiera gustado cambiar, pero con todo y con eso, tampoco estaba tan mal...
FLASHBACK
Madre: ¡Brooke, baja al salón, tu padre y yo tenemos que decirte algo muy importante!
Yo en ese momento estaba en mi cuarto, tumbada en la cama y con los auriculares puestos, con la cabeza que parecía que me iba a explotar.
A pesar de que ya hubiera pasado un mes, no hacía más que pensar en él.
Drew.
Recordarle aún hacía que tuviese un nudo en el estómago.
El chico que había hecho que me enamorara por primera vez, el único que me había hecho sentir tan especial e imbécil a la vez.
Aunque me hubiese hecho tanto daño, yo en el fondo seguía sintiendo algo por él. No se puede olvidar a una persona que has querido, (aunque él no te quisiera tanto como tú a él), yo sabía que olvidarle era lo mejor para mí, pero al contrario de lo que pensaban mis amigas, ésto no era tan fácil.
Madre: ¡Brooke, baja por favor! ¡Te estamos esperando!
Al final me quité los auriculares y decidí bajar porque de lo contrario mi madre acabaría subiendo y era preferible que eso no ocurriese.
Al llegar al salón vi a mi padre sentado y a mi madre dando vueltas alrededor de toda la habitación, nunca la había visto tan nerviosa en toda mi vida, ¿Qué era lo que tenían que decirme?
No dejaba de repetirme esta pregunta en mi cabeza, pero por la cara de mis padres, no se trataba de nada que yo fuese a agradecer. Mi padre rompió el silencio.
Padre: Brooke, sabes que muchas veces hay cosas que no podemos remediar, aunque tengamos que aceptarlas, nos gusten o no.
Ésto no pintaba nada bien.
Madre: Lo que tu padre quiere decir... es que le han trasladado a otra oficina, y no está tan cerca de aquí como querríamos.
Yo: Bueno, pero no pasa nada, él puede llevarse el coche, a mí no me importa ir al instituto en autobús
Madre: Brooke no hablamos de unos pocos kilómetros, hablamos de unos cuantos más.
Yo: ¿Cuántos son unos cuantos más? - pregunté nerviosa.
Madre: Brooke... Nos vamos a vivir a Sevilla.
Yo: ¡¿Cómo que a Sevilla?!
Madre: Brooke... escucha...
Brooke: ¡¿Qué pasa con el instituto y mis amigos?! ¡Llevo con ellos toda la vida! ¡Esto no es justo!- grité enfadada.
Padre: A nosotros tampoco no gusta esto, pero no podemos hacer nada. Lo siento muchísimo.
FIN FLASHBACK
No hacía más que recordar todo esto una y otra vez, el camino hasta Sevilla era largo, muy largo, y con mis padres no me apetecía hablar.
No podía creer que ésto estuviese ocurriendo de nuevo, ya me mudé una vez cuando era pequeña y me tuve que despedir de mi mejor amiga, Madison. Aún conservaba el collar que me regaló cuando me fui, éramos tan amigas... Y ahora... volvería a pasar lo mismo, me tendría que despedir de mis amigos para no verles nunca más.
Pero a mis padres ésto no parecía preocuparles, decían estar seguros de que haría nuevas amistades, aunque yo no estaba tan segura de ello. Me puse los auriculares e intenté descansar un poco.
Cuando todas las canciones de mi lista de Spotify ya hubieron sonado, me desperté.
Ya llegamos. Aquí estaba, enfrente de la que de ahora en adelante se convertiría en mi nueva casa. Respiré hondo y crucé la puerta principal.
Era una casa muy grande, con dos plantas y un jardín con piscina. Mi habitación era enorme, mucho más que la de mi antigua casa, ¡y con baño incluido! Aquella casa era con la que yo siempre había soñado, pero el que estuviese tan lejos de mis amigos hacía que dejara de gustarme.
No tenía ganas de quedarme allí, así que decidí dejar mis maletas en mi dormitorio y dar un paseo.
Lo primero que vi fue mi nuevo instituto, el lugar donde pasaría la mayor parte del tiempo, con profesores insoportables que disfrutan viéndome agobiada con los exámenes, y a quienes creí que serían mis nuevos compañeros, si no estuviese tan molesta por lo de la mudanza me habría acercado, pero como no era el caso, pasé de largo.
Seguí caminando y llegué a un parque, vi un banco vacío y me senté, estuve pensando sobre todo lo ocurrido en estos últimos dos meses, ¿Cómo tu vida puede cambiar tanto en tan poco tiempo? Ya no era ni la misma persona, la Brooke de antes era otra muy distinta, ya no era tan ingenua como antes.
Había aprendido que esas dos palabras (te quiero) podían hacer de un día el mejor de tu vida o, por el contrario, hacer que te sintieses fatal.
Estaba a punto de volverme a mi nueva casa cuando...
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Queriendo Quererte
Teen Fiction¿Nunca has sentido que nadie te entiende? ¿Que todo y todos los que están a tu alrededor hacen las cosas con el mero propósito de fastidiarte a ti? Ésto es lo que le ocurre a Brooke, una adolescente de 15 años que solamente quería que su vida siguie...