Mi padre decía que somos un río en movimiento, podemos ser cristalinos o contaminados, turbios o tranquilos, solo nosotros somos capaces de controlar cada fragmento de nosotros si logramos dominar nuestra mente.
Es doloroso que una chica como marian hablará así de el, en realidad no creo que sea su intención, tal vez ese pueblo intenta manchar el nombre de mi padre por odio, tal vez ella cree que todo eso es verdad.Me dirijo a una cascada para aclarar mis ideas, sinceramente es dificil consiliar mi paz mental después de lo que pasó con Marian.
Llego y dejo mis cosas, veo una sombra al aire, se empieza a oscureser y aunque se quien es no le presto importancia.
Empiezo a ver mis ideas perderse entre las gotas de agua, 17 años en la academia militar avanzada dificilmente te hace desarrollar sentimiento alguno, solo nos convierten en asesinos bajo el nombre de heroes derramando sangre sobre pueblos inosentes.
No es tan temprano y mi estomago exije alimento, esta cascada tiene algunos salmones en ella, comeré un poco.
Al cocinar los salmones comence a pensar que Marian me regaló algo diferente, algo que no he tenido en mis 17 años dentro de la academia, un sentimiento puro.Comienzo a escuchar ruido de motores, es un escuadrón de busqueda muy cercano y gracias a Marian lo unico que tengo de mi equipo es la pistola electrosedante. Felicidades, estoy muerto.
Es la hora del examen.
Trepo lo mas rapido que puedo a la copa de un arbol.
Los veo pasar, son 4 camionetas. Los comandantes Max y Abrego conducen el escuadrón de rescate, supongo que me vigilaban por tiempo porque rodearon el arbol.
Abrego da la orden moviendo su mano hacia mi dirección, mierda.
Me lanzo a la mitad de el arbol que tenia a la izquierda y uso mis piernas para rebotar al arbol de atras.
Veo los láser rojos intentando apuntarme asi que me pierdo entre los arboles.
Ellos duraron tiempo y empezaron a retirarse. Antes de que llegaran a los camiones le disparo a uno y cae dormido.
-Zalgios! -Grita un cabo de el escuadrón de busqueda.
Escucho muchos disparos.
No son armas electrosedantes...
Necesito moverme rápido.
Disparo al segundo y cae.
Me sigo moviendo y caen 4 en una rafaga de disparos.
Mi corazón se acelera.
18 soldados, 6 caidos, faltan 12.
Vuelo de copa a copa de arbol y en el aire disparo dos veces.
Corro por el suelo y disparo a otros 3 soldados.
Descanso, termino exausto, y me recargo jadeando en un árbol, un soldado pasa al lado de mi corriendo, le disparo en la nuca y vuelvo a los arboles, hago un trabajo de sentinela y dejo solo despiertos a Max y Abrego.
Se ponen de espaldas uno al otro a aproximadamente dos metros de distancia y empiezan a girar buscando respuesta.
Bajo y me escabullo, corro hacia ese circulo y golpeo a Max detras de las rodillas e instantaneamente le disparo, Abrego gira hacia mi.
-Alexis...- dice ahogando el final de mi nombre.
Lanza un golpe seco que logro esquivar de milagro.
Golpeo sus costillas con una pata circular. No soy bueno cuerpo a cuerpo aunque pego fuerte, logre sacarle el aire.
De un movimiento saca su pistola, me hago a un lado y reviento el mango en su cara. Dispara y me atina al hombro.
Mierda.
Huyo sangrando entre los matorrales empiezo a marearme y ver borroso, siento mi cuerpo caliente y caigo. Rapidamente me pierdo.

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Cayendo A Pedazos.
Fiksi RemajaÉl problema no es solo cuando él mundo cae, sino cuando tu caes con él.