Koke's Sister. Antoine Griezmann.

Capítulo 1.

Narra Koke

-Grizzi, tienes que hacerme un favor -le hablé mientras íbamos de camino al vestuario después de un duro entrenamiento-.

-¿Tengo? ¿Es una obligación?

-Algo así -reí- Me ha surgido un problema y mañana tengo que viajar fuera.

-Ajá ¿Y qué tengo que hacer yo?

-Pues es que mañana por la mañana llega mi hermana de Inglaterra. Sólo quiero que me hagas el favor de recogerla en el aeropuerto y la lleves a mi casa, yo te dejo las llaves.

-¿Y Bea? ¿No está? -preguntó-.

-Se va a Tarifa con sus amigas a pasar unos días. Toma las llaves -dije dándoselas- Gracias, eres el mejor -dije tirándole un beso y guiñándole un ojo-.

-¡Me debes una cabronazo! -dijo el de Mâcon con un poco de dificultad en la última palabra-.

-¡Cuando aprendas a pronunciar bien me insultas -le grité ya que estaba saliendo del vestuario mientras me reía a carcajadas por la manera en que lo había dicho-.

A la mañana siguiente

Narra Sara

Simplemente no era persona, levantarse a las 4:00 a.m. para coger un avión debería estar prohibido. Según mi hermano, iba a venir un compañero suyo del equipo a recogerme, ya que él no podía.

Bajé del avión, recogí mi maleta y busqué al chico que me venía a buscar.

-¿Eres Sara? -me habla alguien detrás mio a la vez que posa su mano en mi hombro-.

-Sí, soy yo -dije volteándome-.

-Soy Antoine, Antoine Griezmann, tu hermano me ha pedido que viniese a buscarte.

-Gracias -dije avergonzada, su acento francés y sus preciosos ojos me habían impactado demasiado-.

-No tienes que darlas, ya le cobraré a Kokito el favor -dijo riendo-.

El camino hasta llegar a su coche transcurrió en silencio, estaba demasiado avergonzada.

-Así que has estado estudiando en Inglaterra -preguntó-.

-En realidad estudio aquí en Madrid, pero me ofrecieron la oportunidad de realizar un curso en una de las mejores academias de Inglaterra y no dudé ni un segundo.

-¿Y qué estudias? Si no es mucho preguntar.

-Pues un doble grado de enfermería+fisioterapia.

-¿En serio?

-Claro -reí- ¿Por qué te iba a mentir?

-Pues ya tengo físio -dijo sonriendo y colocando su brazo derecho sobre mis hombros, algo que me ruborizó bastante-.

-¡Qué pronto coges confianza francesito! -dije ahora yo para picarle-.

-No todos los días se conoce a una chica como tú -me miró de arriba a abajo-.

-Menos mal que Koke no está aquí, si no, serías hombre muerto -dije tonteándole un poco-.

-Si no tuviera novia y una hija, ya te digo por donde me iba a pasar lo que Koke me dijera -al decir esto me separé bruscamente de él-

El resto del camino estuvo dominado por el silencio. Al llegar a casa de Koke, Antoine me dio las llaves y de mis labios salieron un simple "gracias por venir a buscarme" cerré la puerta de su coche y entré en casa de mi hermano. No había nadie, así que pasé el resto del día durmiendo en el sofá. A las cinco de la tarde me desperté comí lo primero que encontré por la despensa y más tarde me dispuse a ver los Juegos Olímpicos, concretamente tenis, jugaba mi Rafa Nadal contra Nishikori, jugaban por la medalla de bronce. Sabía que Rafa no iba a ganar, ya que estaba bastante cansado, y así fue, tras un intenso partido, el japonés venció, a mi manera de ver, de una forma bastante sucia.