Koke's Sister. Antoine Griezmann.

Capítulo 2

N/a: Sé que en el primer capítulo hice una pequeña referencia a Mia, hija de Antoine y Erika, pero dicha referencia fue mínima. Así que en esta novela, Antoine no tendrá hijos, creo que es lo mejor para el transcurso de la historia. Gracias y dusculpad las molestias!😙😙

-¡Ey chicos! Llegáis los últimos -dijo Simeone abriéndonos la puerta-.

-Ya sabes cómo son las mujeres míster -habló Koke-.

-¡Qué mentiroso! ¡He tenido que esperarte yo a ti! -le pegué en su brazo, creo que me dolió más a mi que a él-.

-Vamos, pasad, pasad -dijo el entrenador entre risas-.

Al entrar allí estaban ya todos, a la mayoría los conocías, casi a todos menos a los nuevos fichajes, pero ya se encargó mi hermano de presentármelos. 

-¡Sara! -gritó una pequeña voz en mi dirección, me volteé y allí estaba Leo, el hijo de Fernando Torres corriendo hacia mi-.

-¡Pequeño! -dije alzándolo- ¡Cuánto has crecido! Estas muy grande ya.

-¿Entonces ya puedes ser mi novia? Me dijiste que cuando yo creciera seríamos novios -el pequeño causó la risa de todos los presentes-.

-Aún tienes que crecer un poco más ¿vale?

-Vale -dijo yéndose con los demás niños a jugar-.

La cena fue divertida, pero las miradas del francés ojiazul, que estaba sentado justo enfrente mia, me hicieron sentir incómoda en varias ocasiones.

-Entonces, esto de reunirse todo el equipo es común en el Atlético ¿no? -Preguntó Moreira, último fichaje del club-.

-Cada dos o tres semanas nos solemos reunir todos -intervino mi hermano-.

La vibración de mi móvil hizo que desconectara de la conversación, tenía un nuevo mensaje:

"Sabes que te quiero, sé que me quieres. Hace meses que no te veo y te echo muchísimo de menos. Espero que lo nuestro se pueda arreglar. Te quiero mucho bae"

Gareth... ¿Cómo ha conseguido mi número? Este mensaje me pusó muy nerviosa, no porque aún sienta algo por él, todo lo contrario, ahora no iba a dejarme tranquila...

Supongo que mi nerviosismo se notó, lo digo porque Griezmann me miraba fijamente con el ceño fruncido.

-¿A qué si Sara? -me habló Koke-.

-¿Qué?

-Les contaba a los chicos que has mejorado mucho como fisio en Inglaterra.

-Ah, sí, sí. Esto... Voy a salir al jardín un momento ¿vale? Necesito hacer una llamada.

Acto seguido me levanté y salí fuera. No iba a llamar a nadie, pero que Antoine no dejara de mirarme y el mensaje que acababa de recibir, me estaban poniendo muy nerviosa.
Al fondo del jardín había una piscina, fui hacia ella y me senté en el filo de la misma cruzando las piernas a modo indio, y allí me quedé, mirando al agua fijamente, el color celeste siempre me ha relajado, desde pequeña... Siempre que pasaba algo, corría a la habitación de Koke que estaba pintada de este color... Ya sabemos que el agua no es celeste, pero el fondo de la piscina hacía que así se viese.

Tras varios minutos allí, sentí como alguien se acercaba, al principio pensé que sería mi hermano, pero no, no le miré, pero su olor se me había quedado grabado...

-Allí dentro te están esperando todos -dijo con ese acento francés que tanto me gusta-.

-A ti también te deben de estar esperando -dije refiriéndome a Erika-.