El contenedor

La Verdad

Al encontrarme frente a él, sentí miedo recorrerme desde la punta de los dedos del pie hasta la punta de mis cabellos. No podía moverme estaba paralizado ante él, en eso el volvió a hablar....

-tú debes ser el nuevo recluta, ¿o me equivoco?- dijo con su gruesa voz

-esto... yo... no se dé que habla- dije con temor y terror

La figura empieza a reír y vuelve a mirarme

-mi nombre es Lucifer, uno de los guardianes de los refugios de los demonios al servicio del gran demonio–dice elevando sus brazos con ímpetu y luego me señala

-tú eres un demonio, un novato entre nosotros y el que está contigo dentro de ti es Leonard un demonio Guerrero con grandes habilidades, pero también es capaz de curar cualquier herida, aunque tú seas el no posees lo mismo tendrás que aprender –dice con firmeza

Le mire extraño ciertamente no entendía lo que decía esa gran figura frente a mí, ya que me encontraba atónito ante todo.

Cuando levante mi cabeza nuevamente hacia él, noto que chasquea los dedos y toda la habitación desaparece, sin saber cómo me encontraba nuevamente en la habitación en la que desperté.

Me senté en la cama tratando de procesar bien la información mi cabeza se sentía como si estuviera a punto de explotar, termine acostándome y mire el techo

-un demonio... ¿eso es lo que soy?- murmure algo confundido

Hasta hace 2 días era un humano común y corriente, y ahora era un demonio no entendía como sucedió ni porque... solo sabia el cuándo y fue el día del accidente.

-¿todavía no procesas las cosas eh?- dice Leonard en mi mente

-como quieres que procese todo si esto es nuevo para mí- dije en susurro algo agobiado

-pues tendrás que hacerlo antes del entrenamiento, será duro y demasiado doloroso- murmura riendo

-hasta hace unos días era normal... con mi creencia que los demonios y ángeles no existían- dije seriamente –hasta que me sucede todo esto y mis creencias son tiradas al tacho-

-eso duele un poco, pero tienes razón... ¿las cosas sorprenden no?- responde

-sorprenden demasiado- dije cerrando los ojos

-descansa, mañana será un día pesado pequeño aprendiz- murmura con una vos que se desvanece lentamente