Me aproveché de aquella escasa fe
la fe de aquellos ángeles,
les prometí algo que no cumpliría,
ni aunque triunface en mis planes.
Fuímos desterrados del paraíso,
del jardín de Dios.
Alguna vez fuímos flores en su jardín,
flores a las cuales espinas le crecieron,
crecieron durante el tiempo desde que nacieron...
Espinas causantes de grandes cicatrices;
y ahora frutos venenosos del jardín de la tierra.
Sólo quedaron las huellas de aquella guerra,
sólo quedaron aquellos duros recuerdos,
y el arrepentimiento,
el arrepentimiento tan grande como el pecado
al igual que tan imperdonable.
Moramos en la desgracia
donde fuimos desterrados,
contaminado con los llantos de azufre
que dejamos a causa de duros recuerdos.
Ahora somos los Caídos.
Pasé del odio al arrepentimiento
y del arrepentimiento al rencor.
Por última vez
en aquella batalla
yo lo ví a los ojos;
alguna vez él me amó
y yo a él,
ahora sólo sentía vergüenza,
después, en mí sólo vió decepción.
Después de todo,
sé que hay diferencia entre tú y yo;
no somos ni fuímos error.
Él lo vió todo, él lo vió venir,
y por algo terminamos así.
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Los Caídos.
Espiritual...Todo se derrumbó, perdimos, por mi estúpida ignorancia, el odio que yacía en mí era tan grande... No quise ver lo bueno que tenía. Todo se esfumó, se quemó junto con mis alas blancas... Todo hasta aquí murió, todo por mi maldita culpa... ¡T...
