La sorpresa.

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La sorpresa.

La vida está formada por buenos y malos momentos. Se podría decir que este es uno malo, aunque no se sentía como tal.

Algo tiene que estar muy mal contigo como para apenas soltar una pequeña lágrima por tu madre muerta. Hay una explicación, pero como pueden notar, soy fan de esperar para contar.

Una chica de cabello rojizo rápidamente abandonó su casa, con una cara de horror mas no de tristeza. ¿Quién pudo haber hecho eso?

Son tantas las preguntas sin respuestas. Son tantas las preguntas que pasan por su mente en ese momento. ¿Acaso fue Simon? Esa broma había llegado muy lejos... Si es que realmente es una broma.

Pobre ingenua, cree muchas cosas, menos la verdad.

Corrió por la carretera, milagrosamente sin que algún carro la atropellara mientras marcaba el 911.

—Mi mamá... Mi mamá está muerta. No sé qué pasó o quien lo hizo y hay alguien en mi casa... Av. Corvey, calle Wester, casa número 4.

Apenas guardó su teléfono este repicó. Nadie más y nadie menos que aquel chico que había conocido horas antes.

¿Coincidencia? No lo creo.

—¿Quién es? —frunció el ceño mientras contestaba el teléfono. Temiéndo que pudiera ser la persona detrás de todo esto. Aunque uno nunca sabe.

—¡Hola! Al fin contestaste. Te llamé como tres veces ya —supuso que su alteración no la había hecho darse cuenta de las llamadas—. Soy Drew. Te quería decir que lo siento y que tal vez me pasé al decirte que el tinte rojo había afectado tu cabeza y te hacía ver alucinaciones...

—Me da igual lo que digas y en este momento lo menos que necesito es escuchas tus disculpas.

—¡No cuelgues! De verdad lo lamento y me gustaría compensártelo, ver si tal vez podemos vernos o algo. También hay algo que tengo que decirte, sobre Simon.

—Ya te dije que no... —dejó las palabras al aire y quedó callada al ver la camioneta del sheriff aparcar frente a su casa. Colgó la llamada y corrió al lugar.

—Linda, ¿estás bien? Me dijeron donde era y vine de inmediato, ¿qué pasó? ¿Tu mamá? —preguntas, preguntas. Preguntas cuya respuesta es desconocida. Él Sheriff Shawn y el papá de la chica eran buenos amigos, por lo tanto el la trataba como la hija que nunca tuvo y ella como el tío que nunca conoció.

Lo único que pudo hacer es negar con la cabeza, porque realmente no sabía qué decir. Decirlo lo haría real, y ni siquiera sabía que era real.

—Yo entraré a la casa, tú espera aquí —le avisó Shawn sacando el arma de su funda y dando pasos rápidos a la casa.

Abrió la puerta y lo primero que hizo fue asomar su pistola y adentrarse a la casa. Donde ella lo perdió de vista. Y sin poder controlarse se vio a sí misma caminando lentamente hacia la puerta.

Subió las escaleras del porche y el crujido de la madera la hizo asustarse, pero recompuso la postura y siguió caminando. Estiró la mano para empujar la puerta cuando el sheriff apareció frente a ella, con una cara de confusión.

—¿Es una broma? Aquí no hay nada.

—¿Qué? —la chica frunció el ceño, ¿de qué hablaba? Ella lo había visto por sí misma.

Entró a la casa y encendió todas las luces, alterada. No había nada.

No hay rastros de sangre o de su madre. La casa estaba tan limpia como siempre.

—No lo entiendo, ¡yo lo vi! —insistió, aunque Shawn no le creyó.

—Tengo muchas cosas importantes que hacer como para acudir a tus llamadas de broma, Cavannagh. No sabes cuánto me asusté —la miró con molestia y nostalgia, no sería la primera llamada que recibe de ese lugar. Por muerte.

—No miento. No fue de broma. Vi la cabeza de mi mamá. Y sangre por doquier...

—Olvídalo, ¿bien? No le diré a tu madre, pero esta es la única y última vez que hacer esto —fueron sus últimas palabras, o demandas, antes de salir y cerrar de un portazo.

¿Qué sucedió? No se estaba volviendo loca, ¿o tal vez si?

¿Alucinaciones? Probablemente. Pero ¿por qué?

¿Simon? Nuevamente, ¿por qué?

Como dije anteriormente, tantas preguntas sin respuestas. Que posiblemente luego serán respondidas.

Dio un recorrido por toda su casa, buscando algo, lo que sea que probara que si era verdad. Pero no encontró nada. Ni siquiera su teléfono tenía los mensajes de Simon.

Y solo pudo pensar en hacer una cosa.

—¿Drew? Pensándolo bien, si deberíamos salir.

•••

Si, sé que es un pooco tarde. Pero actualicé😁

Lo siento, es que tengo una historia en mi mente y no he pensado mucho en las otras. Pero ya no será así.

Sé que es corto (al igual que todos los otros) y lo siento. Disculpen los errores ortográficos y espero que les haya gustado.

Hasta la próxima...

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⏰ Última actualización: Aug 13, 2016 ⏰

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