𝑬𝒏𝒕𝒓𝒆 𝑵𝒖𝒃𝒆𝒔 𝑵𝒆𝒈𝒓𝒂𝒔 •𝑬𝒓𝒆𝒓𝒊•

♪2♪

Despertar es algo tedioso para Eren al notar la ausencia del Capitán a su lado en la cama.

El muchacho se había levantado de malhumor, sentía la impetuosa necesidad de gritar por frustración al recordar el dibujo.

—No puedo hacer nada— se dice cuando comienza a cambiarse—. El Capitán pasa mucho tiempo con el Comandante.

Y era imposible que ellos dos no se llevaran bien, se queja mentalmente el chico mientras se alista.

De todas formas iría a preguntarle a Moblit las razones del dibujo y el por qué de la pose en la que se encontraban el Capitán y el Comandante. Solo le quedaba suspirar y suplicar a las Murallas que no fuese algo más allá de lo que él pudiese hacer o saber.

Eren estaba muy enamorado del Capitán, tanto que le dolía realmente muy profundo solo ver ese detallado dibujo.

Con la llave del sótano colgada al cuello y oculta bajo la camisa, el chico sale de su habitación para subir a compartir el desayuno con los demás reclutas, con sus amigos. Amigos que espera no se hayan enterado aún de ese comprometedor dibujo.

Pero sabe que está equivocado cuando al cruzar la puerta del comedor, todos se lanzan sobre él para preguntar cómo se encuentra y si ya sabía el origen de ese dibujo.

El chico siente como sus ojos se llenan de lágrimas, tanto de ira como de dolor. Así se sentía que te rompieran el corazón, a lo que Mikasa no tardó en reaccionar.

─Le quebraré las piernas─ amenaza la chica, oscureciendo la mirada─. Nadie lastima a Eren.

─Cálmate, Mikasa, el Capitán no le haría eso a Eren─ intenta razonar Armin.

Solo se puede escuchar una gran carcajada que quiebra todo el ambiente doloroso de la situación. Las miradas se dirige al Jean, que coloca la mesa mientras continúa partiéndose de la risa, como si le acabaran de contar el mejor chiste de todos.

─Eso es lo que te pasa por buscar algo con alguien de un rango superior, era obvio que te utiliza, Eren─ el chico limpia sus lágrimas de la risa, ahora se digna en unir la mirada a la quebrada de Eren─. Eres un gran idiota.

Pero esta vez el chico no se encuentra de ánimo para discutir con Jean, baja la mirada mientras los ojos se desbordan totalmente.

Era una pésima mañana.