Mi vida es normal, con mis amigos normales y mi familia normal...
¿A quien voy a engañar?
Mi vida es demasiado alocada, con amigos muy locos y unos padres que se comportan como unos adolescentes.
Si, esa es mi vida "normal"
Y yo soy la tranquila chica normal, de cabello negro que le llega por la cintura, es demasiado largo y en verano es un gran problema.
Mis ojos azules claros y mi piel morena y suave sin ninguna imperfección.
Mido 1,80 y vivo en España.
Dentro de dos días cumpliré mis 18 años, mi independencia, mi libertad.
– ¡Jen! – escucho a mis espaldas
– Hola Nuria, ¿que tal?
– Mal, primero te he estado llamando desde hace ya 10 minutos y he estado persiguiendo te, no se como no te cansas y segundo tengo una noticia y te la quería contar.
– Primero, podías a verme llamado por teléfono y segundo dime que es tan importante como para que corras y que casi mueras.
– Me voy a mudar a Barcelona – que directa es mi gran amiga Nuria – me quería despedir de ti, así que mañana en mi casa a las ocho.
– A sus órdenes capitana – reímos juntas mientras ella se va corriendo a su casa.
¿Por que tanta prisa?A si que se muda a Barcelona, increíble.
Mi amiga Nuria, bajita, de 1,60 con su gran edad de 20 y de pelo rubio y piel casi morena con algunas pecas, sus ojos de color anaranjado y su gran actitud.
Amigas desde hace ya 5 años.
Sigo caminando por las calles de Zaragoza ya que vivo en ella.
El frio se notaba, y lo mejor que se me ocurre es jugar con el humo que sale de mi boca, si soy infantil, un poco.
Llevaba ya como 4 horas de caminata ya que no me apetecía ir a casa aún.
Sigo caminando por las solitaria calles en las que casi no hay personas, lo normal siendo las 23:00
Creo que es hora de volver.
Comienzo a correr un poco, mirando la luna, la cual era brillante, una luna llena muy hermosa.
Me agradaba la noche, el frio, las estrellas ese encantó tan misterioso pero que siempre quería tener.
A los pocos metros de correr, algo hace que choque y caiga al suelo.
Miro al frente, un chico de dos o tres años más que yo, con el pelo blanco y ojos color rojo sangre, increíble nunca había visto a alguien así, su estatura de 1,90 quizás.
– Lo siento, la gran luna hizo que no me fijase en que había en frente mío – me levanto del suelo un poco o adolorida de trasero, lo normal para caer de culo.
– No te preocupes, la luna está increíblemente hermosa hoy.
– En eso coincidimos
Nos miramos por unos segundos para luego reírnos – Yo soy Jen ¿y tu?
– Mario, y Jen ¿que te trae por estas solitarias calles?
– No mucho, sólo contemplar la luna y creo que comprobar que hace frío.
– Eso es verdad, bueno Jen, creo que tenías prisa.
– Si, adiós.
Después de despedirme con mi mano escucho su voz, susurrando –pronto nos volveremos a ver, Jen –
No le di mucha importancia a aquello así que sólo seguí corriendo en dirección a mi casa.
Nada más llegar a ella miro a mis padres los cuales están sentados hablando de no se que.
– ¡Ya llegue! – grito un poco para que me escuchen
– Hola hija, bueno quería preguntarte una cosa – mi madre parecía seria más mi padre sólo se aguantaba la risa
– Dime, o diosa que todo lo sabe – en ese momento mi padre dio una gran carcajada
– ¿Que harás para tu cumpleaños? – mi padre intentaba respirar mientras mi madre solo me miraba atenta
– No lo sé, aún hay tiempo así que no me preocupo – nada más decir aquello me despido de ellos y subo a mi cuarto, cierro la puerta y me tiro a la cama cual estrella de mar.
Miro el techo por unos segundos, para luego cerrar los ojos y dormir.
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Marcas
RandomTodo el mundo es normal, todo el mundo es humano. Porque sólo unas simples diferencias, pueden cambiar por completo la humanidad. Sólo dos marcas, sólo un cuerpo y solo un destino. Todos piensan que es imposible, todos saben que es imposible. Ellos...