24 | Narrado |

425 51 12
                                    

Estoy en mi cama, escuchando música a través de los audífonos en lo que miro al techo. Ayer ha sido la primera función en Dublin, fue fantástico, me he sentido vivo, pero la sensación ha brillado más en mi interior sabiendo que Leo ha estado ahí conmigo en el escenario.

Verlo a él rapear, reír, sonreír a cada segundo ha hecho volver a latir mi corazón con fuerza, como la primera vez que cantamos juntos, solo que más potente. Intercambiamos miradas con cada letra, nos mirábamos las caras cada pocos segundos y volvía a tener esa conexión única con él, la misma que nunca he sentido con nadie.

Medito un largo rato recordando cada detalle, cada momento, cada canción, cada instante en que nos conectamos a través de nuestro canto, ante los gritos y porras de ánimo de la multitud que nos observaba en furor.

¿Cómo no enamorarme, si sólo con él he sentido esta empatía?

Un tono me hace reaccionar, tomo el teléfono junto a mi mano y lo elevo hasta ojear el mensaje.

Leondre.Is.Happy:
Charlie, ¿Estás? o.o

No acabo entendiendo por qué he dudado en responderle, con un mensaje de Leo nunca tardo un minuto entero en devolverle mensaje, pero algo en mí me obliga a sentirme inseguro.

Best-Lenehan:
Dime OuO

Leondre.Is.Happy:
¿Quieres jugar algún videojuego?
Estoy aburrido :P y pensé que querrías distraerte :D
Digo, estamos solo como cinco personas en este bus y tú eres el único que sabe soportarme >.>

Y lo comprendo, estoy riendo, ¿De qué tengo miedo? Leo es el único que me hace sentir de esta forma.

Best-Lenehan:
Voy ^u^

Llego a su recamara y le veo nada más que con un short, ahí mi mente entra de nuevo en pánico: Lo que tengo miedo es de perderle, o peor, que nunca pueda ser mío.

-¡Leo! Si nuestro manager te ve así...-

-Si si- sonríe pasando de mí –Para eso ésta puerta se quedará cerrada- dice guiñándome un ojo, como una travesura.

Algo se remueve en mi interior, veo a otro lado rascándome nervioso, él sin darse cuenta, lo está haciendo más difícil para mí.

Quedamos un rato jugando en silencio, no lo considero uno incómodo, mas bien cada quien concentrado en la partida. Puedo respirar tranquilo, al fin un momento agradable y relajante con el chico al que más aprecio.

-En dos días será la presentación en la Manchester- comenta Leo de repente.

Aprieto unos cuantos botones sin dirigirle la vista –Sí, después de lo de ayer quedé con las ganas de seguir hoy, pero qué se le hará..-

No es que no le observe por educación o algo, uso de excusa lógica el estar concentrado en la pantalla, todo lo posible para evitar verlo a él, con el torso al descubierto, su piel suave y brillante manando corriente estática en mi aire, otra razón por la que el hormigueo en mi cuerpo no disminuye.

-Lo decía por nosotros- hace unos cuantos comandos sin mucho esfuerzo y en el televisor aparecen las siglas de K.O -Perdedor-

Parpadeo sin saber en qué momento he perdido, volteo y Leo me observa sonriente, victorioso –Podemos ir y recorrer el lugar antes de la presentación-

-No sé Leo, sabes que no debemos llamar mucho la atención- digo tratando de sonar razonable, lo cual sería mucho más creíble si no le evitase la mirada... o el cuerpo. Siento que me pierdo ante su sola presencia, dulce y sincera.

-Anda Charlie, tantas cosas que podemos hacer- mofa saltándome encima, haciéndonos caer de espaldas.

¿Leo sabe lo que hace o nunca se da cuenta? Ríe tranquilo incorporándose sentado.

-Podemos ver tiendas, patinar, comprar algo, no se, un recuerdo, quiero llevarle un regalo a Matilda- propone sacudiéndome del brazo.

-Hm pues..- no quiero hacerle saber que su cara de cachorro y su infantil súplica me están convenciendo mas de la cuenta.

Pero mi sonrisa me delata, es imposible tenerle así y no ponerme como un tonto –Esta bien, pero te cubres bien con la capucha, no quiero tener que pasarme media tarde escondiéndome-

-Yeah lo que digas- Leo resopla tomando de nuevo el control, se acomoda a mi lado, sin hacer mucho caso a la poca distancia en que estamos juntos... Él muy despistado se olvida de que la cama es muy pequeña -¿Quieres dejar otra cosa en claro?-

-¿Cómo qué?- indago sin entender su sonrisa maliciosa.

-Una apuesta- dice sin importancia, señalando a la partida en el televisor –¿Vas o te acobardas?-

Leo me contagia su ánimo, entre sonrisas le palmeo en la piel desnuda de su hombro, un gesto de afecto, que yo solo empleo nada más para sentir el calor de su piel ante el tacto de mi mano. Doy un suspiro bajo, dejándome llevar por la sensación antes de retirar mi mano.

-Ay enano.. acabo de pensar en un buen castigo para ti- digo sin mala intención, solo como broma.. Aunque quisiera poder cumplir con lo que realmente pasa por mi mente...

-Ya me debes una nutella Charlie- alude apoyándose contra mi hombro, listo para el siguiente desafío.

Y yo sigo luchando para no derretirme.

Whatsapp | Chardre |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora