El lunes llegó y, tal como habían acordado, terminarían de realizar el trabajo que tenían pendiente. Eso no era verdad, el trabajo estaba terminado desde hacía una semana pero era una de las pocas maneras que encontraban para poder estar juntos. En cuanto su hora libre llegó empezaron a caminar a la biblioteca hasta que cierta voz los detuvo.
-Lo siento, estaba hablando con las chicas para ver que hacía falta y aprovechar que voy a acompañarlos.
-¿Acompañarnos?-David no entendía que pasaba, miró a su pareja y después a la chica.
-Van a la biblioteca ¿No? Si voy con ustedes puedo estar tiempo contigo y además avanzar con la tarea, todos ganamos.
-¿Qué esperan? Nada más tenemos una hora, si no se apuran no va a dar tiempo-Gabriel intervino ante la mirada sorprendida del chico-Vamos rápido.
La verdad es que él tampoco quería que Fernanda los acompañara porque gran parte de esa hora estaba destinada a tener tiempo a solas pero ante la situación no había mucho por hacer.
Fueron hasta el piso que necesitaban y terminaron los tres en un mismo pasillo. Fue el más bajo el primero en regresar hasta la mesa en que se acomodaron para leer, tras él llegaron sus dos acompañantes y la más baja se sentó tan cerca de él como le fue posible.
Intentaba no prestar mucha atención a lo que hacía y concentrarse en su lectura aunque de vez en cuando escuchaba lo que tuviera por decir.
-Necesito otro libro-dijo el más alto mientras se levantaba-Ya regreso-y sin decir más se levantó y fue hasta uno de los estantes más alejados.
-¿Cómo vas?-preguntó tímidamente al ver al chico tan concentrado-Yo ya encontré bastante de lo que nos faltaba pero no sé si estés listo para que nos vayamos.
-Sólo dejame mostrarle esto a Gabriel, si es lo que estamos buscando quizá podamos irnos y regresar más tarde-tomó el libro separando una hoja con sus dedos-Iré a preguntarle, no tardo-caminó hasta donde estaba el más alto mirando los estantes sin interés.
-Pensé que tardarías más, me veo sospechoso parado aquí sin hacer nada-le susurró sin mirarlo.
-No sabía que decirle para irme...-se acercó hasta donde estaba y lo llevó hasta el fondo del pasillo-Y no creí que hicieras esto sólo para poder estar conmigo...
-¿Y por qué no?-acorto la distancia entre ellos tomándolo por la cintura-¿No recuerdas la principal razón para venir aquí?-lo miró con atención y se acercó a sus labios lentamente.
Tenía tantas ganas de besarlo que lo hizo lento y profundo apenas dándole tiempo al más bajo de ajustar su respiración y no parecer agitado. Casi un minuto estuvieron así hasta que el aire les faltó, se separaron tan lento como pudieron y sonrieron al verse para después darse un corto beso y luego seguir con lo que hacían.
-Chicos, no es por apresurarlos pero ya sólo quedan diez minutos antes de la clase. Quizá deberíamos irnos y regresar después si lo necesitan-de la nada apareció la chica para darles esa noticia.
-Claro, después de todo ya encontramos lo que nos hacía falta y sólo sería cuestión de sacarle foto o copias o incluso anotarla para agregarla al trabajo-el chico le sonrió a su pareja-Vamos entonces y saliendo regresamos.
-Vayan ustedes, no voy a entrar. Me quedaré aquí leyendo algo o quizá vaya a las canchas un rato, los veo màs tarde-colocó el libro que sostenía nuevamente sobre el estante y se giró para tomar otro.
-De acuerdo-David no sabía que decir para detenerlo, no quería separarse de él tan pronto y menos aún después de lo sucedido-¿Te veo en cuanto salgamos o regresarás a la siguiente?
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Todo en contra
RomanceDos chicos con personalidades completamente distintas comienzan a ser amigos por razones un poco extrañas. Al principio las cosas entre ellos no eran más que fanservice y las típicas insinuaciones que de vez en cuando se hacen entre amigos cercanos...