Sólo para nosotros

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Tras algunas clases tuvieron una hora libre y definitivamente David no perdería la oportunidad de pasarla a solas con Gabriel, quizá fuera posesivo o egoísta pero seguía sin creer que ahora son pareja y temía que tan sólo fuera una ilusión que pronto acabara.

-¿Y si vamos a las canchas? Parece que hay menos gente de la que creía y podría ser un lugar tranquilo para descansar. Después de todo ninguno durmió bien-le dijo intentando ocultar sus verdaderas intenciones.

-A esta hora ya está lleno: los que se la pasan de vagos jugando, los que salen a educación física, las parejas empalagosas y los que sólo buscan matar clases...-le respondió provocando un poco de decepción-Vamos a la biblioteca-el chico lo miró sin entender-Confía en mí, sé porque lo digo-le sonrió y sin más comenzó a caminar hacia ese lugar, seguido por el más bajo.

Al entrar lo primero que vieron fue los dos primeros niveles llenos de gente, y no era de extrañarse pues las secciones de matemáticas-física y biología-química eran las más frecuentadas por los alumnos, con lo que sus esperanzas de pasar tiempo a solas con su pareja se iban esfumando poco a poco hasta que pudo notar que el chico no tenía intenciones de detenerse ahí. Continuaron subiendo un par de niveles más y se detuvieron ahí, justo donde el silencio reinaba y nadie además de ellos se encontraba.

-Qué raro, pensé que aquí también habría mucha gente pero está vacío...

-Es más normal de lo que crees, la mayoría sólo viene a la biblioteca a estudiar matemáticas, física, química, biología y de vez en cuando historia pero estamos entre los niveles de esas asignaturas-el más alto caminó a paso lento hasta una de las mesas más alejadas del pasillo principal y se sentó frente a ella-Y te dije que confiaras en mí, conozco muchos lugares donde se puede tener privacidad. Además, si recurres siempre al mismo será obvio para quien te busque.

-Antes pasabas mucho tiempo allá, creí que era tu lugar favorito o que tenía algo especial-tomó asiento a su lado-Pero ya que hay otros más podrías decirme cuales son por si algún día necesito buscarte.

-De momento conoces dos pero pronto te llevaré a conocer otros-le dedicó una pequeña sonrisa y buscó algo dentro de su mochila-Traje un nuevo libro, se ve bastante interesante y pensé que podíamos empezarlo antes de que de fechas para examen en literatura y haya otra cosa que leer...

Pasaron cerca de media hora, que era el tiempo que aún tenían libre, sentados en aquel lugar ajenos a su alrededor; la lectura y compañía del otro eran más que suficiente en ese momento y no tenían intenciones de concentrarse en algo que no fueran las palabras en el texto y el roce de sus manos, pues desde que comenzaron a leer sus palmas se habían encontrado por debajo de la mesa y habían permanecido unidas en todo momento, además, David descansaba tranquilamente sobre el hombro de su pareja sin pensar en nada más.

-Vamos, tenemos que irnos-Gabriel soltó su mano y lo separó de él suavemente-La hora casi empieza y si no nos vamos ahora se hará tarde-se levantó esperando que el otro lo imitara.

-Pero toca química-se giró para verlo claramente sorprendido-¿Piensas entrar? No le veo nada de malo pero no puedo creerlo...

-No lo crees porque no lo voy a hacer, sólo voy a acompañarte hasta el salón y me iré a vagar mientras estás en clases. Después regreso por ti y ya veremos que hacer ¿Te parece bien?

Se limitó a asentir levemente y tomar su mano durante unos segundos antes de comenzar a bajar la escalera. Todo le resultaba nuevo a pesar de haber salido con un par de chicas antes pero con ninguna se había sentido tan ansioso, nervioso y feliz a la vez. Caminaron hasta el salón en completo silencio y no por incomodidad o algo similar, sino simplemente porque sobraban las palabras en ese momento y ellos lo sabían. Tras llegar al salón se despidieron rápidamente y mientras uno entraba al aula el otro seguía su camino perdiéndose entre el resto de la gente.

Todo en contraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora