Diario De Una Víctima

Capítulo 10

21 de septiembre del 2001

Me desperté en una cama muy ajena a la mía y recordé lo que pasó.

...

Desperté bastante confundida. No sabía en donde estaba o qué pasaría conmigo. Lentamente, me levanté de la enorme cama en la que me encontraba. Observé detalladamente la habitación, era hermosa, gigante, pero no tenía salida. Visualicé una puerta en la esquina de la habitación, caminé hasta ella, la abrí y entré. Era un baño que sobrepasaba lo hermoso, tampoco tenía salida alguna. Me diriji al lavabo y abrí el grifo, me mojé la cara y me enjuague la boca. Volví a la habitación y me senté en la cama.

Un hombre alto entró a la habitación, tenía una máscara que cubría la mitad de su rostro. Desde la frente hasta un poco por debajo de la nariz. Era alto y elegante.
Me agarró del brazo. Yo le seguí, de todos modos, ni siquiera me iba a servir de algo resistirme, pero eso no quiere decir que no lloré. Me metió en un sótano y me sentó en una silla.

-¿Quién eres?-. Le pregunté y él mostró una sonrisa.

Agarró la esquina de la máscara y se la quitó.
No puede ser. No puede ser él.
Solté más lágrimas.

-¿Por qué?-. Le pregunté confundida.

-No confíes en los extraños, nunca sabes lo que las personas somos capaces de hacer-. Me respondió con una sonrisa de superioridad, yo solo solté más lágrimas.

...

Galen. Debi haber seguido tu consejo.