En donde ambos están enamorados y la vida da muchas vueltas.
O en donde Naruto y Sasuke viven muchos malos entendidos hasta poder estar realmente juntos.
▪Top!Naruto, Bottom!Sasuke
▪Historia en edición.
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“We were too young to know we had everything. Too young I wish I could've seen it all along. I’m sorry that I hurt you, darling, we were too young” *
一Louis Tomlinson, Too young.
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Naruto estaba mirando a Sasuke cocinar, y no podía evitar concentrarse en los pequeños detalles.
La forma tan adorable en la que su nariz se frunce al cortar cebollas, o sus ojos se entrecierran para verificar si algo está en buen estado.
Con su boca se aprieta o se abre, dependiendo de su nivel de concentración. Como su cuerpo se mueve con tanta facilidad y maestría en aquel sitio, como si hubiese estado allí millones de veces, a pesar de que es la primera vez que Naruto lo invitó a su departamento.
Sentía las mismas cosquillas en su estómago, esas que le habían causado tantos problemas cuando eran niños, mientras este le comentaba que cerró un trato con una compañía internacional.
Se sentía abrumado por su belleza y por lo que esa belleza causaba en él. Porque no era solo lo externo, él era maravilloso en cada una de las partes.
Se sentía tan enamorado, y comprendido a su lado, como si todo lo que pasara afuera no importara, porque ellos estaban allí y estaban juntos.
Suspiró, embelesado, ganándose una mirada apreciativa.
Sasuke sonrió un poco, al verlo tan ido como estaba, y se tomó el tiempo de observarlo, mientras la comida de cocía.
Sus grandes ojos azules, que ocultan universos en el interior, sus labios rosas, los lindas mejillas con cicatrices que nunca recordara del todo como se hicieron.
Era alguien hermoso, pero también era una persona muy empática, sincera y leal.
No veía ningún defecto en él, y se preguntó qué tan peligroso era eso, porque nadie era perfecto.
Sin embargo, Naruto lo era. O eso creía Sasuke.
Sonrió un poquito, acercándose para depositar un dulce beso en sus labios. Fue correspondido al instante.
Se preguntó si aquello era felicidad.
Pero cuando estuvieron ambos en el sillón, abrazados y lo suficientemente enredados como para no saber dónde iniciaba uno y terminaba el otro, se respondió que no.
La felicidad era algo efímero, y Naruto ya había demostrado ser eterno.
Eterno en su corazón, en su mente y en su vida.
Lo que Naruto era para él, iba más allá de un solo sentimiento encasillado.
Naruto era muchas cosas juntas, pero al mismo tiempo, se sentía como si no fuese ninguna.
Naruto era un conjunto de cuerpos celestes, con más luz y vida que el propio universo.
Naruto era su luz, incluso más duradera y brillante que el sol. Siempre iluminando todo y a todos, a pesar de no estar consciente.
Se volteó a verlo, notando una estela celeste en el brillo de sus ojos, y se preguntó cuantas estrellas podría contar en el cielo antes de dejar de amarlo.
Se dijo a sí mismo, que no existían suficientes estrellas para durar todo lo que duraría su amor por él.
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*|Éramos demasiado jóvenes para saber que lo teníamos todo. Demasiado jóvenes, desearía poder haberme dado cuenta desde un principio. Lamento haberte lastimado, éramos demasiado jóvenes|
Bueno, umh, sé que no es muy largo, pero no creo que se necesite más que esto para explicarlo todo.
