Back to you || NaruSasu.

capítulo veintitrés.

"Ex."

“All I know at the end of the day is love who you love, there ain't no other way. If there's something I've learnt from a million mistakes, you're the one that I want at the end of the day” *

一One Direction, End of the day.

Hay cosas en esta vida que no te ves venir.

Y Sasuke ha tenido un momento de ellas.

Como el hecho de enamorarte de su mejor amigo, o que su madre te despreciaría.

Y ahora, qué su ex esté en la puerta de su departamento.

Sonara descabellado, pero era lo que estaba sucediendo.

Y también tenía a Naruto a un costado, mirándolo con curiosidad. Parecían tan confundido como él.

Ajustó la sudadera (de Naruto), y salió del auto, lanzándole un beso a Naruto en el camino.

Se acercó como si nada hasta la puerta de su edificio, y se dispuso a abrir mientras el hombre balbuceaba cosas.

Siguió caminando, mientras escuchaba los balbuceos imparables a sus espaldas, sacó su teléfono y le dijo al rubio que ya estaba en la puerta de su departamento.

Allí fue donde se desató la gran tormenta.

No va a negar que cosas volaron de un sitio al otro, como si el viento las llevara de un lado al otro.

Hubo muchos gritos, ruidos y la discusión parecía crecer y crecer ante sus ojos.

Reclamos volaban de un lado al otro, como si fueran puñetazos.

Una hora más tarde, ambos estaban sentados, uno en la mesa y el otro detrás de la isla que había en la cocina.

Se estaban mirando fijamente, con resentimiento, pero ya daba igual. A Sasuke le daba igual, él solo se había desahogado con su ex, y no había ningún trasfondo allí.

Yahiko termino yéndose del lugar, hecho una furia. Sasuke se preguntó, vagamente, quien tenía más derecho de enojarse allí.

Estuvo toda la tarde y noche arreglando cosas por teléfono, pegando llamadas hasta al extranjero, para liquidar su departamento. Pidió a una de sus secretaria que estaba allá, que fuese por sus cosas y se encargara de todo lo demás.

Para las dos de la mañana, su vida parecía estar resuelta, pero su cerebro estaba frito, y se fue a dormir, pensando que mañana se encargaría del resto, porque sinceramente había sido demasiado por un largo tiempo.

Y al día siguiente, cuando un rubio desvelado llegó a su puerta, él seguía más dormido que despierto, por lo que no estaba conectando mucho con la situación.

Tampoco trato de, solo había tomado la muñeca del chico y lo había arrojado a la cama, deslizándose junto a él luego, y arropandolos a ambos.

Su siesta fue bastante prolongada, pero muy cómoda y reconfortante.

Más para Naruto, que había estado en vela, preocupado y estresado. No solo por Sasuke, pero en mayor medida si.

Al despertar, sus ojos no pudieron no deleitarse con la angelical apariencia de su chico.

Pestañas largas y negras, labios finos pero demasiado suaves, pómulos definidos y nariz respingada, todo acompañado de una piel exquisita, impoluta y suave.

Los ojos ónix se abrieron, mostrándole más estrellas de las que nunca podría llegar a ver juntas, y se perdió en aquel abismo.

Se besaron durante un rato, sus labios solo presionandose para sentirse. Para amarse en silencio, con caricias suaves e inocentes, miradas llenas de todo.

Silencios rodeados de bruma suave y mullido algodón, parecían estar flotando en una nube, mientras sus sentimientos los hacía pasear por el amplio cielo.

Sasuke acarició con reverencia las dulces mejillas, mientras Naruto masajeaba amorosamente la espalda.

No había nada allí, más allá de su amor y entrega, siendo solo dos almas fundiéndose en el paraíso de ser amados.

Al final del día, ambos estaban descansados, felices y cómodos en la cama del azabache.

Se habían desconectado tanto, que a penas y se levantaron para almorzar, muy tranquilos allí como para querer moverse.

—Te amo

*|Todo lo que sé al final del día, es que amas a quien amas, no existe otra manera. Si hay algo que he aprendido de un millón de errores, es que eres tú a quien quiero al final del día|

[06022020]