Mal momento

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Su silencio fue interpretado por el menor, como que HyukJae estaba pensando en la situación demasiado. Él mismo se sorprendía de su nueva forma de ver y reaccionar, pero como siempre Lee Donghae no iba a hacerse preguntas y solo dejarían que las cosas pasaran.

-HyukJae, no le des tantas vueltas- mascullo. -Creo habértelo dicho antes.... Quiero conocerte, solo entonces quizás pueda comprender todo lo que ha pasado.

El pelinegro negó con la cabeza, incrédulo del rumbo y las posiciones que tomaban.

-¿Pero que no lo entiendes?- gruño –Estoy obsesionado contigo... OB-SE-SIO-NA-DO Lee Donghae, no soy un simple acosador de los que actúan por actuar y por impulso.

De nuevo el azabache le miraba como si nada ocurriera, incluso estaba sonriéndole. No sabía si agradecérselo o intentar golpearlo para que reaccionara.

-¿Cuál es tu propósito?

-¿Ah?

-¿Por qué te importa tanto seguirme? ¿Qué quieres de mí?

HyukJae desvió su mirada a su regazo, había creído que era obvio hasta ahora. Los sueños, y el vuelo de su imaginación le dejaban claro que era lo que quería. Sin ser capaz de decírselo directamente, le lanzo una mirada significativa.

-Oh...- musito Donghae, cohibido. –Yo...yo no...

-Sé que no has estado con alguien de ese modo. Es la razón por la que lo quiero.

HyukJae ya imaginaban como iba a dar media vuelta e irse, pero en cambio pasó algo más increíble. Donghae estaba de rodillas frente a él, y de un segundo a otro pego sus labios a los suyos en un beso casto. HyukJae no perdió tiempo y respondió apenas sentirlo, atrayéndolo por la nuca e incitándolo a avanzar.

Donghae estaba consciente del movimiento que había hecho, y tenía que decir que lo hizo con toda la intensión en el acto. Ya no era un secreto que gustaba de Jae, de hecho, estaba planteándose el término "enamorado" a juzgar por los sobresaltos de su corazón, la preocupación inexplicable, y la ternura que le causaba su rostro cuando estaba afligido. No era la clase de persona que se niega un sentimiento por más que este fuera inesperado o inoportuno.

Ambos se besaban, cuando HyukJae abrió de golpe los ojos. Había algo mal ahí, no se sentía listo. Estaba inseguro, lo que le indicaba que no era el momento para llegar a ninguna parte. Llevó sus manos a los hombros de Donghae y le aparto suavemente, en ese momento la puerta también se abrió a su costado.

Sora quedo inmóvil en el umbral, viéndolos en aquella posición comprometedora, alzando una ceja incrédula.

-Veo que se mueven rápido. Donghae, ¿Quieres algo de tomar, aparte de la saliva de mí hermano?

Las mejillas del azabache no podían estar más rojas, ni los ojos del pelinegro mas abiertos. Los momentos asi pasaban continuamente, casi se podía decir que no había persona en la Tierra que no sufriera de un bochornoso instante en su vida, o de una pillada haciendo algo que podía ser malinterpretado... como sea, ellos no eran la excepción.

-Eh, yo solo vine a visitarlo y hablar...

-Hum, no puedo creerme eso- objeto la chica, cruzándose de brazos y recargándose en el marco de la puerta. -¿Vendrás mas seguido a "visitarle y hablar"?

-En realidad, espero verlo después en el instituto- Donghae miro a HyukJae con intensidad, casi lanzándole una advertencia. Para después despedirse y salir de su casa.

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-Dices que... ¿lo besaste? ¿¡Tu!?

Yunho conocía a Donghae desde hace tiempo, le había visto en sus peores etapas de pubertad, en la niñez, y compartido experiencias únicas que solo dos buenos amigos viven y recuerda. Y juntando todas aquellas cosas, nada le había traído tan curioso y asombrado que esa noticia.

Blanco de lenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora