Sentimientos Encontrados

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—¿Tan salvaje es Nick?— preguntó burlón Niall, río cuando el castaño trato de ocultar la marca rojiza en su garganta, avergonzándose como siempre.

El rubio de ojos azules movió sus cejas traviesamente al imaginarse tal acto caliente entre esos dos chicos.

—¡NO! Nick no me ha hecho nada— Liam apretó más el cuello de su camisa, sus mejillas se sonrojaron habitualmente. Le apenaba saber que su amigo pensara ser un chico tan lanzado, porque él no lo era.

El castaño evitó la sonrisa mormobosa del ojiazul, Dios el sabía perfectamente que su inocencia corría hasta en las cejas, pero Niall le gustaba molestarlo.

—Fue Zayn—respondió.

—Ya lo sabia, ese gato chiflado tuyo es más posesivo que yo hacía la comida—dijo rodando sus ojos, comenzó a jugar con su pluma en mano haciendo que está se golpeara constantemente sobre el pupitre creando un ritmo fastidioso.

No es que estuviera contra Zayn, pero ese híbrido siempre tan lujurioso con el pobre y puro Liam.

—Zaynie no es chiflado y menos posesivo— reprochó haciendo un puchero, porque él se convencía que el moreno no era así, era un gatito y tenía que ser consentido porque todo minino tenía que ser tratado como un príncipe ¿cierto?

—Ajá, y yo soy el hijo del presidente— ironizó el rubio, bufo antes de hechar un vistazo al maestro asegurándose que no los pillara hablando, no estaba de humor para ir a detención. —Zayn es están celoso contigo, te prohibió salir después de clases, no puedes aceptar ninguna cita con ningún chico y lo peor es que se restriega en tu ropa—con una mueca Niall finalizó, asintió cuando Liam no entendió lo ultimo porque lo demás estaba en acuerdo, su gatito le tenía reglas, él las cumplía porque Zayn decía que sería un mal dueño. —tu ropa tiene pelos de su cola pomposa.

—Bueno quizá tengas algo de...—Niall alzó su palma interrumpiéndole, el castaño solo guardo silencio.

—Zayn es chiflado, lo consientes demasiado ¡Le compras golosinas sin que se las merezca! Si él pide que vayas a China tú sin pensarlo lo harías, hasta quizá irías corriendo para satisfacerlo— ahora el rubio se escuchaba molesto, sabía lo manipulador que era ese felino y Liam lo ingenuo que era.

Aveces no estába en acuerdo en muchas cosas sobre lo que Liam hacía porque su amigo tenía miedo a ser un mal dueño, cuando prácticamente era más que un excelente dueño.

—No quiero que se vaya ¿qué haría yo solo?—su voz se escucho triste, hizo un puchero mientras recargaba su cabeza en su mano.

La idea en que su guapo híbrido se fuera le ponía decaído, desde que cumplió los nueve ese chico moreno estaba allí todo el tiempo, cada segundo y él estaba más que seguro con ese gatito suyo.

—Además no hace ningún daño mimar a mi gatito—chillo ahora con el entrecejo fruncido sin borrar su puchero y Niall no podía creer que su amigo siguiera siendo tan adorable.

—¡Claro que si! Zayn te hace creer una mala persona, se aprovecha de tu inocencia porque si no mal recuerdo tú me habías contado que el obsequio que te dio ese híbrido tonto en tu cumpleaños fue ver las estrellas— contradijo señalándole con el dedo, Liam se puso rojo hasta los oídos y cubrió su rostro, recordaba ese día perfectamente hace un año atrás. —te masturbo y creo que viste más allá que las constelaciones, Li— Niall revolvió los sedosos cabellos de su amigo, mordió ún mejilla interna intentando contener su risilla, bueno también recordó como el castaño estaba tan asustado y aturdido, le había preguntado más de mil veces si eso era malo y Niall estaba a casi nada de explotar por tanta inocencia cargada en ese pequeño cuerpo.

—Quizá tengas razón, pero es que no puedo evitarlo me gusta mimarlo aunque también es algo molesto que refunfuña por cualquier cosa que haga— se alejó del ojiazul y le miro triste, tenía que aceptar que ese moreno gruñón le ponía de cabeza. —¿Qué es lo que me pasa Ni?— preguntó haciendo esa vocecita tan angelical con inocencia, claro.

—Mi pequeño amigo, tú estás enamorado y lo has estado desde que tenías nueve años— volvió a mirar hacia el frente y luego regreso su vista hacia el menor, rio como tonto al ver a Liam ponerse más rojito de lo que ya estaba y ahora comprendía porque ese felino era tan territorial, ese castaño era todo un manjar para comer.

—¿Como lo sabes?— pregunto tímido.

—¡Oh Dios! con solo pronunciar su nombre te sonrojas— y con eso Liam escondió su cabeza en sus brazos, no quería ser descubierto hecho un tomate y quizá así demostraría que su amigo rubio estaba equivocado, pero el castaño se delataba tan solo con dar esos suspiros que soltaba al ver la imagen de su gatito que tenía en fondo de pantalla en su móvil, una que había capturado mientras el felino dormía plácidamente en su cama y Liam se sentía tan rebelde por tomarle una fotografía a escondidas.

Liam siempre tan.... Inocente, si, es la única palabra en que lo podemos describir.

—De qué sirve que lo acepte si Zaynie no me quiere— lloriqueo el pequeño dueño, levantó un poco su cabeza dejando a la vista esos preciosos ojos miel que ahora estaban cubiertos por una capa de agua y si parpadeaba escaparían las primeras lágrimas, su corazoncito se oprimió y su cuerpecito tembló.

—Zayn también te quiere, el problema es que no lo demuestra—se interrumpió el mismo, bueno el gato si demostraba afecto hacia el chico pero ese "afecto" era más bien su ¡Calentura! Porque otra cosa que también acepta es que su amigo era muy atractivo y si no le hubiera conocido gracias a su primo quizá él también estaría en la larga e interminable lista de los pretendientes, pero no, el quería a su amiguito con buenas intenciones. —bueno, si te lo demuestra pero no lo dice. Tengo un plan y creo que va a funcionar— agito su dedo un par de veces y Liam frunció su ceño.

—¿En qué estás pensando Ni?—preguntó intrigado, su amigo de ojos azules aveces tenía locas ideas pero que al final tenían resultados garantizados, el problema es que no sabía porque tenía un plan.

¿A quién ayudarían?

—No te preocupes pequeño, me lo agradecerás después— Niall atrajo al chico hacia su cuerpo, le revolvió sus cabellos como niño pequeño mientras con su otra mano daba palmaditas en la espalda, mientras en su rostro había una sonrisa malévola.

Por su mente corría esa idea en darle a ese híbrido una cucharada de su propia medicina.

Oh si, haber si ahora Zayn apreciaba más a su dueño.

JazD'z 🙆🏽

Un híbrido gruñón |Ziam|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora