Todo por su culpa

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-Oye, estoy preocupada por lo que dirán mis padres.
-Tú tranquila, les dices que soy una amiga tuya que ha venido a visitarte.
-¿Y dónde dormirás? Porque dudo que les haga mucha gracia que te quedes a dormir en la casa que ellos han pagado.
-Duermo en el hotel que hay en las afueras, que por cierto, vaya tontería poner un hotel ahí. -Cierto, era una tontería, tan tontería que ni sabía de su existencia.
Estábamos en mi habitación, tumbadas las dos en la cama, ella me acariciaba el brazo mientras yo me quedaba inmóvil, no es que me diese vergüenza y por eso estaba así, es sólo que aún estoy en shock por lo de que esté aquí.
-¡Oye! -Me sacó de mis pensamientos. -¿Vamos a la playa que me dijiste? -La verdad es me hacía mucha ilusión ir con ella, tumbarnos juntas en la arena, bañarnos juntas... Pero me preocupa todo ahora mismo.
-Venga, vale. -Una parte de mi se moría por estar con ella pero por otro lado quería que se marchase.

Estábamos sentadas en su coche, charlando de cosas que tampoco me importaban mucho y no llegué a prestar mucha atención. Ella y yo siempre teníamos en plan "citas" nunca llegamos a dormir juntas ni pasar al menos una semana juntas, por lo que no sabría cómo reaccionar a estar con ella de vacaciones, una cosa tengo clara, estaríamos haciendo el amor día sí día también. En nuestras "citas" siempre acabábamos así, haciendo el amor, el sexo es lo que nos une y nos hace durar.
-Bueno, pequeña, creo que ya hemos llegado. -Dicho esto comenzamos un beso el cual podría haber terminado en placer y más placer de no ser porque la detuve.
-Guárdatelo, para después, cariño.
-Como quieras.
-¿Te has enfadado?
-No, tranquila, es sólo que te noto rara y eso me preocupa.
-No te preocupes, es sólo que estoy de vacaciones y quiero descansar.
-Bueno, si tú lo dices.
Nos bajamos del coche y fuimos hacia la playa, dejamos las toallas en la arena y después de echarnos crema mutuamente acompañada de unos placenteros masajes decidimos irnos a bañar. Una vez en el agua ella me hacía de todo y cuando digo de todo es de todo, me cogía, me besaba, me mordía, me lamía, me metía la mano por debajo del bikini... no podía aguantar las ganas de irme a su hotel y ya que la magia fluyese, fue en ese momento en el que vi a Dan con la que parecía ser su novia, ¿de verdad tiene que venir aquí? En ese momento me miró, ambas nos estábamos mirando, me sonrió y me guiñó el ojo, mientras estaba Eva hablándome, pero no le prestaba mucha atención, lo que hizo que la dejase de mirar fue ver cómo mi novia se dirigía a las toallas con pinta de estar cabreada, no quería que se enfadase conmigo así que fui rápido con ella a las toallas.
-Eva, mi amor, ¿qué te pasa?
-¿Por qué la miras? ¿Te gusta acaso?
-No, sólo me gustas tú, crees que si me gustase estarías tú aquí, yo creo que habríamos cortado. -La estaba mintiendo pero mi cabreo era tal que solté esas palabras sin pensar, por lo que sus ojos comenzaron a ponerse borrosos. -Perdón, no quería decir eso...
-Bueno, al menos ya sé cuál será el motivo de nuestra ruptura. -Se levantó y recogió sus cosas dejando las mías solas, como yo cuando ella se fue.

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