Sentada ahí, justo a mi lado,
Sin decir nada, tu presencia me hablaba.
Me recordaba aquello perdido,
Las memorias de mi gran error.
Mi alma se divide en dos.
Mi lado racional quiere alejarse de aquí,
Pero mí emocionalidad, mi estúpido corazón,
Amante de guerras perdidas.
Solo una vez más, el sabor de tus labios en los míos.
El roce suave de tus manos, tus dedos sobre mi espalda,
Aquel gemido que lograba provocar, solo una vez más.
No para decir adiós, sino para comenzar
Con este ciclo mío de intentar olvidarte.
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Cartas a una ex-amante, una solitaria pluma
PoesiaEstas no son solo las palabras de un corazón destrozado No son solo las heridas abiertas de un deambularte del destino No es solo el gesto errático de la ira comprimida Son las lágrimas nunca caídas al frío suelo Son las noches de un durmiente sin s...