|44| Déjame...

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Máx POV'S

Casi un mes, estamos á pocas horas de las vacaciones de navidad , todo esté tiempo Tass ha estado lejos de mi, me mira pero, no me habla, es cómo sí por una vez en su vida ya yo no existo, la he visto sonreír un par de veces en este tiempo, luego sin querer sus ojos se conectan con los míos y su sonrisa se borra al instante, suspiro agotado y me siento junto á mis amigos del equipo de fútbol, discretamente miro á su mesa, está riendo mientras habla con Jacke y mis amigos, qué dejan de ser mis amigos cuándo están con ella.

Patrick me mantiene al tanto de cómo está, de qué hace, me dice qué no habla de mi y me duele, porqué mi vida aún gira entorno á ella, me dice que algunas veces se deprime y llora, qué aún estoy en su corazón pero no en su cabeza, eso me duele, Joder me duele.

Tass se levanta tomando su mochila, suspiro y me levantó detrás de ella, salgo por las puertas de la cafetería y acomodó mi chaqueta negra, gracias al cielo los pasillos están libres, necesito hablar con ella, la agarro fuerte del brazo y la obligó á darse la vuelta.

--¡Déjame!—Exclama, está llorando, llevo mis ojos á su cuello dónde está él collar que le regalé, aún lo tiene, me ama, yo lo sé.

--¿Qué te pasa?.--Le preguntó y sigue con las malditas ganas de soltarse.--Tass.--Le advierto.

--Cómo sí te importará.--Suelta un bufido y con su mano libre limpia sus lágrimas.

--Me importas.--Intento acariciar su mejilla pero mueve él rostro.

--¡No pensaste qué te importaba cuándo dañaste la única cosa qué me hacía olvidar mis problemas!—Me grita y tiene toda la razón.

--Nena.--Niega con la cabeza, suspiro otra vez.

--No me llames nena.--Me pide y cierro los ojos , no puedo creerlo.

--Quiero pedirte algo.--Baja la cabeza, no quiere qué la vea llorar.--Qué vayamos á la bodega y pintes.--Levanta la cabeza y niega.

--No.--Me dice seca.--No pintare para ti.--Susurra y la miro desesperado.

--Por favor.--Le suplico.--Vamos sólo vas á pintar para mi y es todo.--Ella me mira unos segundos y asiente , sonrió felíz.

--Me voy en mi auto y tú en él tuyo.--Me amenaza y asiento.

Intentó tomar su mano pero se aleja caminando unos pasos adelante de mi, salimos fuera de la escuela y veo cómo entra en su Lamborghini, suspiro y entró en mi Ferrari, enciendo él auto y persigo el suyo, debo recuperar á mi chic , lo haré a toda costa.

Llegamos á la bodega y bajo de mi auto, le pongo la alarma, ella sale y tomó la llave para abrir la puerta, entramos y subimos al segundo nivel, tengo una vista perfecta del trasero de Tass, Dios extraño esencialmente ese trasero.

Mira las pinturas y los lienzos, toma uno en blanco y un lápiz, comienza á dibujar y la miro, algunos tienen algunos hobbies extraños, él mío es mirar á Tass dibujar, mirarla mientras se concentra en sus pinturas, mirar su mano tocar el lienzo y ver su boca entre abierta, coló discretamente me mira para retener mi imagen en su cabeza, la verdad que si mayor talento es pintar.

Cada tanto se le sale un puchero, me cruzo de brazos mientras la veo tomar el lápiz color piel, no se qué dibuja porqué no logró ver con claridad, me acerco y miró, somos nosotros, estoy parado delante de ella con un ramo de flores rojas y ella está parada mirándome con una sonrisa.

--Fue la primera vez qué me diste flores.--Suspira, pinta las rosas y la ropa qué tenía puesta él día de nuestra primera cita, recuerdo qué aquí estuve con Tass, la hice dibujarme y ahora dibuja uno de los mejores recuerdos qué tenemos cómo pareja.

No te enamores de él |EDITANDO| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora