Hoy comienza el primer día del curso, y enserio estoy muy nerviosa, aunque mirando por otro lado llevo ya dos días así de nerviosa, y a parte yo me pongo nerviosa por todo, por lo tanto el tembleque de mis piernas no tiene demasiado merito, no?
Estoy esperando a Andrea en la parada del autobús, ella es más tranquila que yo para estas cosas, hace mucho tiempo que no la veo.
Ahí está, baja tranquilamente y en cuanto me ve, corre hacia mi para poder abrazarme, y es justo en ese momento, cuando esa pequeña niña que me llena de alegría me abraza, es cuando se que todo va a ser genial y que va a ser, posiblemente el mejor curso de nuestras vidas, y por curioso que parezca, tengo razón.
Que modales los míos, aquí estoy contándoos mi vida sin si quiera presentarme, soy Emma.
Todo va tan bien que sin darme cuenta ya estamos en navidad. Me encantan estas vacaciones, y no, no por los regalos, si no, porque al parecer, el frío de invierno nos une a todos.
Según mi tía no es el frió, es "el espíritu navideño".
Las vacaciones, al igual que los meses anteriores se me pasan en un cerrar de ojos, estoy sentada en matemáticas, pensando en mi vida amorosa, y parece que fue ayer cuando estábamos contando anécdotas alrededor del calor de la chimenea.
La cuestión es esta, aquí, delante mía, mirándome mientras muerdo la tapa del boli, está Marc, un chico con el que estoy teniendo una relación en secreto, y, porque en secreto, primero de todo, porque la gente de aquí es tan sumamente cotilla que cuando surge cualquier novedad se vuelven locos por intentar joderlo, y segunda, por mis prejuicios, y porque no tengo la suficiente seguridad en mi misma como para salir de la clase de la mano de este niño con los ojos avellana y con un millón de pecas en los pómulos que te invitan a perderte en ellas. Si, según lo que acabo de decir no está nada mal, pero se me olvidan un par de detalles, resulta que es como tres o cuatro centímetros mas bajito que yo y que no es por así decirlo un modelo, cosa que a mi no me importa, pero que a los demás si, y solo de pensar que pueden verme abrazada a el me hago esa pregunta que todo adolescente se hace como mínimo un par de veces cada día que dirán. Por lo tanto, entre lo difícil que era para mi ocultar que me moría por contarle todas las pecas y que el resulta ser un chico bastante tímido, la cosa no dura más de una semana.
Y aquí viene la gran cuestión del dilema, se llama Pau, y es uno de los chicos más guapo de segundo, ojos verdes, pelo color caramelo, alto, delgado etc, ya sabes un tipo de estos que se las lleva a todas como quieren, de estos que te dicen que ojos verdes más bonitos tienes, (aunque los tenga marrón chocolate) y sin darte cuenta es viernes treinta y uno de enero a las ocho de la mañana y ese tipo te está besando, y por un segundo, cuando el beso acaba te sientes llena de vida, no se sabe si es por la mirada picara de las idiotas de mis amigas, o por el simple echo de que me hayan dado un beso, sea por lo que sea, el segundo a pasado y me doy cuenta de la estupidez que he cometido.
Andrea tenia razón, Marc se iba a enterar ( ya se había enterado) y me iba a odiar ( ya me odiaba). Y era viernes por la tarde, Marc estaba en Marines, era el cumpleaños de una amiga suya, y me estaban poniendo verde, lo sabia, pude notar la decepción y el odio en su mirada, hoy a última hora.
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Soñando despiertas
Novela JuvenilDos chicas a priori totalmente distintas, se enfrentan a tercero de la eso se cree que vaa ser fácil pero no tienen ni idea de lo que les depara el destino