A Shandris la despertaron las notas de un antiguo himno fúnebre. Reincorporándose con cuidado, miró por una ventana a su lado, que daba al centro de Darnassus. Los familiares canales estaban iluminados por velas, y cada una de las pequeñas luces redondas flotaba sobre la superficie cristalina como briznas de hierba en el bosque. Malfurion y Tyrande se alzaban con aire solemne en el centro del acto, mientras el pueblo de Darnassus y los refugiados de Kalimdor se reunían a su alrededor.
Las caras de muchos de los elfos de la noche estaban hinchadas y enrojecidas por el llanto. Parecía que algunos de ellos llevaran días sin dormir. Shandris conocía demasiado bien su dolor. Buscando entre la multitud, vio también a Vestia, de pie, solitaria, en el extremo exterior del grupo. Habían perdido a tantos. Casi todos conocían a alguien que había fallecido en las últimas semanas de confusión.
Los féretros empezaron a avanzar sobre carros tirados por parejas de sables de la noche, fatigados bajo el peso de los cuerpos. Tyrande dio un paso adelante para bendecir a los muertos por última vez antes del sepelio. No se oía ningún sonido excepto la inquietante e inconsolable melodía de las sacerdotisas.
Era un espectáculo doloroso, pero la herida no podría sanar sin liberar antes el dolor. Shandris sabía que su pueblo necesitaba pasar por ello antes de poder enfrentarse a los retos que llegarían después. Volvió a mirar a Malfurion y Tyrande, que permanecían uno junto al otro, contra la marea de dolor y pérdida. A lo lejos, sobre ellos, las nubes empezaban a desvanecerse, y una fina hebra de luz de luna iluminaba sus rostros. Elune conoce a los suyos, pensó Shandris. No estamos solos en esta lucha.
Se sentía ya más tranquila, se levantó y atravesó la habitación, renqueando, para tomar una dosis de las raíces calmantes medicinales que Malfurion había dejado para ella. La gran planta alor'el, su regalo de bodas para la feliz pareja, había crecido muchísimo desde la última vez que la vio, y uno de sus zarcillos colgaba desde el borde de la estantería. Con un grito de alegría, descubrió que estaba cubierto de capullos a punto de florecer.
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Tyrande y Malfurion: Semillas de Fe
Science FictionSemillas de fe es una historia corta escrita por Valerie Watrous y publicada en Agosto de 2011 en la página web de World of Warcraft. Está centrada en las figuras de Tyrande y Malfurion.