Escribe

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Como me dan ganas de escribir y de reprimir mi dolor.

Tener ganas de escribir y abocar mi latir a una confianza.

Ganas de escribir una carta para abdicar la vida no deseable.

También, poder desahogar el pesar en papel y tinta.

Cuando uno escribe, toma el calor de los versos con su dilección pura y honesta.

Escribe, sin el tiempo contado en su mente.

Muchas veces, tenemos el canguelo de que lean nuestro sentir.

Hay un miedo de impotencia, como el de una quimera que te impregna inseguridad.

Ganarle a la quimera no es fácil, no tenas miedo de escribir.

Busca al imponente boreal de versos, y sonrójalo con tu presencia cautivadora.

Emocionarte, dejarte llevar, no pienses en nada más.

Cuando escribo, mi delirio se va entre la ubicuidad de la confianza y el temor al escribir.

Pero mis versos jamás me lastiman, son parciales conmigo.

La falta de confianza me puede acabar, pero no se sacia conmigo.

Nosotros, debemos ahogarla con nuestros versos.

Desahuciarla con las estrofas.

Y ganarle sin dejar de escribir.

Las Palabras Efímeras de un Corazón MuertoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora