Me encontré con los chicos en la sala de reuniones, aquella donde conocí por primera vez al grupo.
Estaban todos reunidos en silencio, con solo el piano de Edward sonando con una melodía tranquila, aparentemente no notaron mi presencia así que pude apreciarlos por un momento, a cada uno, era curioso como sus caras eran las mismas que las que vi cuando entré en este mundo tan oscuro, pero sus personas significaban algo completamente distinto ahora. Antes eran el grupo elite Vodeler, los inalcanzables e insoportables Vodeler, ahora eran... mi familia.- Melody – el rostro de Elizabeth se ilumino y ahora todos me miraban – Me alegra tanto que estés bien – corrió a abrazarme
- ¿Cómo se siente mi señorita? – Sam me ayudo a sentarme en el gran sillón de terciopelo que estaba frente a la chimenea. Sam siempre era amable, era la clase de persona dulce y sensible de la que cualquier chica podría enamorarse.
- Mucho mejor, algo mareada – conteste normalmente, buscando a Edward con la mirada
- ¿Qué clase de imán problemático tienes niña? – Mark se sentó a mi lado, ofreciéndome un baso con agua. Un gesto dulce para venir de él.
- Lamento mucho causarles problemas – le di un sorbo, sin apartar mi vista de Edward, quien miraba a la nada
- Ha estado muy raro desde que volvieron – susurro Elizabeth – no ha dicho ni una palabra
- ¿Qué fue lo que pasó Mel? ¿Qué tiene tan afectado a mi señor? – Sam siguió susurrando
- No puedo recordarlo... - mentí
- Esta bien, no te presiones – Lizz sonrió
- Samuel, lleva a Melody a su habitación, debe estar cansada – la voz de Edward sonaba autoritaria. Sam se puso de pie casi enseguida y me escolto hasta mi habitación.
Durante el corto trayecto del salón de reuniones hasta mi dormitorio no pude dejar de pensar en la actitud de Edward, ¿Por qué estaba tan frio? ¿hice algo mal?.
La idea de haberlo decepcionado me daba pánico, ¿ya no confiaría en mí? ¿buscaran otro médium?
Un mundo sin ellos ya no me parecía atractivo, mi vida antes de ellos era realmente aburrida e insípida, no quería volver a eso...- No creo que este molesto contigo – Sam rompió el silencio justo cuando estábamos frente a mi habitación, como si hubiese leído mi pensamiento – Parece mas bien herido... algo debió haber pasado como para herir su orgullo, parece molesto consigo mismo.
- No hizo nada – lo defendí – Estábamos entrenando mi poder de Medium, toqué una puerta y de pronto hubo muchas voces y gritos en mi cabeza. No pude controlarme, estaba en shock... - supe que estaba bien contarle a Sam – de pronto Edward desapareció y Michael estaba ahí. Me mordió.
- Entiendo... - su voz denotaba confidencialidad – Lo mas probable es que se este culpando por lo que paso... no puede perdonarse por haberte dejado sola. Él es así Mel, deja que se le pase... - besó mi frente – dulces sueños
- Buenas... noches – lo perdí de vista cuando dio vuelta en el pasillo
No pude dormir más, pensar que Edward se estaba culpando a si mismo por mi ineptitud hacía que mi corazón se encogiera... tenia que disculparme.
La tarea de hablar con el me resulto imposible en los siguientes días, de nuevo pasaron casi dos semanas en las que me evito a toda costa, ni siquiera me miraba <<justo cuando creí que estábamos avanzando>>
El tiempo sin el de nuevo resultaba una tortura, me acostumbré tanto a su presencia que perderla repentinamente me hacía querer llorar.
Siempre que intentaba hablarle, encontraba una excusa para irse, siempre estaba ocupado...
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𝐿𝒶 𝓂𝒶𝓁𝒹𝒾𝒸𝒾ó𝓃 𝒹𝑒 𝓁𝑜𝓈 𝒱𝑜𝒹𝑒𝓁𝑒𝓇. (EDITANDO)
ParanormalTodos tenemos secretos, algunos mas oscuros que otros, pero el secreto que ocultan los Vodeler está más allá de ser un simple y oscuro secreto. Tras la muerte de su abuela, el único pariente que le quedaba, Melody Montes queda a la deriva, con la a...