Capítulo 5

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-¡DEFINITIVAMENTE NO, DRACO! ¡NO ACEPTAREMOS ESE MATRIMONIO! ¡ASÍ QUE SERÁ MEJOR QUE DESISTAS!- Draco observaba aburrido como el vociferador de su padre le gritaba en la cara en plena sala común.

Había enviado la respuesta a su madre el día anterior y ahora recibía tal cosa. Lo bueno es que había llegado justo cuando se encontraba en la sala común y no hace media hora cuando estaba junto a su novia. Él sabía que escuchar aquello la haría sentir mal y echarse para atrás no era una opción para él. Se casaría con esa mujer al salir de Hogwarts aunque fuera lo último que haga.

El vociferador se destruyó frente a él luego de varios minutos nombrando razones por los que su matrimonio no daría resultado.

Bajo la mirada de sus compañeros de casa, mojó la pluma en tinta y prosiguió a responder aquella carta con tranquilidad.

"Queridos Narcissa y Lucius Malfoy:

Me importa una mierda su desconformidad respecto a mi decisión de desposar a Hermione Granger.

Es una sangre sucia, si. Pero es la mejor bruja que he conocido, haciendo a un lado sus increíbles habilidades mágicas, por supuesto. La chica más tierna y comprensiva con la que he tratado.

Me recuerda mucho a ti, Narcissa. Aún más por lo obstinada que puede llegar a ser. Ella defiende lo que quiere sin importar el precio. Es valiente y leal. Lo que convierte su ordinaria belleza en perfecta..."

Draco suspiró al no poder concentrarse en lo que quería escribir y tomó sus cosas para salir de allí en busca de un lugar silencioso.

Caminó por varios minutos con un malestar a simple vista en su rostro entre los pasillos llenos de estudiantes que iban y volvían de clases, para terminar sentado bajo un árbol, en pleno patio. Sacó todo de su mochila nuevamente y continuó redactando su carta justificando a sus padres su devoción hacia su prometida.

-¿Olvidaste hacer un trabajo?- preguntó la chica de cabello risado al pararse frente a su prometido sintiendo curiosidad de verlo solo. Éste alzó la cabeza de su carta ocultando una sonrisa.

-¿Me estás llamando irresponsable, Granger?- la retó ocasionando que esta sonriera.

Se arrodilló frente a él y se inclinó a besar sus labios en forma de saludo. Draco la sostuvo del rostro alargando el saludo unos segundos más.

-Ya es suficiente.- dijo ella riendo y apartándose para enfocar su mirada en el pergamino donde escribía el rubio, el cual apartó de su vista metiéndolo dentro del libro donde se apoyaba anteriormente. Ella lo vió expectante.

-Es algo privado.-justificó él con indiferencia.

-Puedo utilizar la escusa de ser tu futura esposa y por lo tanto, no debes ocultarme nada?- él sonrió.

-Es una carta a mis padres.

-Oh... puedo entenderlo.- ella asintió metiendo sus manos en los bolsillos de la túnica y sacando de allí una manzana verde, la cual captó la mirada de Malfoy enseguida.

-¿Eso es para mi?- preguntó él viendo la fruta hipnotizado. Si había algo que nunca dejaba de sentir, era hambre.

-¿Para ti? ¿Y porqué me molestaría en un gesto tan detallista?- dijo la chica bromeando.

-Es cierto... tu no eres así, Granger.- respondió negando con la cabeza y concentrándose en cerrar el frasco de tinta, sin captar el tono de burla de su novia.

-¿Sabes? No me gusta cuando me llamas por mi apellido. Siento por alguna razón que estás enojado conmigo.- dijo mirando la manzana entre sus manos.

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