Capitulo 9

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--¡Policía!--Escucho llegando hacia la puerta.
Me detengo unos segundos a pensar, pero nada tiene sentido. Repasemos. Elizabeth tiene tan solo diecinueve pero es mayor de edad, así que no pasará nada y si es así, diré que es mi hermana o algo así. Pero joder. ¿Qué demonios hace la policía aquí? En serio. Mis ultimas peleas. Empiezo a pensar que fue alguna de esas. Mark. Él es el único que se me viene a la cabeza, seguro presentó cargos contra el gilipollas de White y vienen a buscarme de testigo o... los cargos son contra mí.
--¡Policía!

Estos idiotas están alarmando al puto vecindario solo por gilipolleces. Abro la puerta y ahí están los putos policías dándole una calada dura a sus habanos, como si esto fuese el lejano oeste.

--¿Es usted Patrick Ledger no? ¿Hace cuánto vives aquí?--Pregunta el poli rubio

Creo que lo he visto alguna vez. Si, en la ultima pelea con White. Estoy seguro, es él.
--Parece que no escuchó ¿Hace cuánto vives aquí?--Repite el poli obeso.
--Y eso a qué viene?--Pregunto
--No te incumbe.
--A ver, es mí puta casa, no tengo idea de qué puta mierda hacen aquí y la verdad es que les agradecería que me digan qué buscan--Digo algo colmado.

--Tranquilo niño drogón--Dice el gordo, cuando inmediatamente lo agarro del uniforme y lo pongo contra la pared levantando mi puño en gesto de amenaza.

--Eh basta Patrick--Dice Austin, el poli rubio.
--¡Qué va Austin! Déjalo, no tiene los huevos para golpearme. Soy un poli--Alza las manos y se ríe en mi cara.
--No me provoques porque no me conoces--Digo a punto de sacarlo a golpes de mi casa. Sin una orden el barrio me permite golpearlo un poco. Es bueno conocer las reglas.
--Pat...--La voz de ella.

Suelto al colega del rubio y la veo. Se está frotando los ojos y lleva mi camiseta.
--¿Quién es esa zorra?--Pregunta con el habano en su boca el gordo asqueroso que tengo dentro de casa. ¿Cómo se atreve? Golpeo tan fuerte su rostro horrible que escucho el sonido de su tabique rompiéndose contra mis puños, me da gusto escuchar ese sonido.
--Patrick!--La voz de Elizabeth gritando en la sala me aturde y Austin tratando de parar la hemorragia. Es una auténtica obra dramática.
--Eres un capullo--Dice Austin.
--Se lo buscó y lo sabes--En cuanto término de decir eso tengo los brazos cálidos de Elizabeth rodeando mi cintura, siento como su respiración tensa pegada a mí espalda.
En cuanto el gordo logra ponerse de pie dice:
-No voy a presentar cargos sólo porque tienes una novia--No sé muy bien qué siento cuando eso sale de su boca--Mis disculpas señorita.
-Yo...-Empieza a decir Ella.
Interrumpo a Elizabeth antes de que termine de decir que no es mi novia. Aprieta sus brazos mas a mí cadera y es tiempo de echar a estos idiotas de mi casa.
-¿En fin qué vinieron a hacer? Dudo que sea esta escenita.
-Es que...--Empieza a decir Austin--Nos hemos equivocado de casa...Supongo que era al lado-.
--Genial--Digo aplaudiendo-Como polis ustedes se pasan de listos y que manera de respetar la ley-Digo señalando el porro que por un momento se apago en mis nudillos durante el golpe al obeso.
--Lo sé Pat...lo sé--Dice mientras se va con el otro poli colgando de su hombro.
Me quedo quieto unos segundos pensando en lo que he echo y aprovechando la suave piel de Elizabeth contra mí. Separo de mi cintura sus brazos, me doy vuelta y le doy un beso en la frente, nunca lo he echo, lo sé pero algo me dice que no me equívoco. Ella recorre uno de mis tatuajes situado en el torso y luego de unos minutos (una eternidad) pregunta:
--¿Por qué golpeaste al policía?--Rompiendo con esa pregunta el silencio que inundaba la sala.
--Porque se lo buscó--Miento. Pero en gran parte eso es verdad.
-¿Pero qué ha echo? ¿Acaso te golpeó?--Recorre mi cara buscando algún moretón.
--No ha sido nada.
--¿Ahora no ha echo nada?-Pregunta con una sonrisa.
-Nada no, pero nada grave Elizabeth.
-Pero...lo golpeaste, no veo a menudo gente golpeandose por ahí como si fuera un deporte.
-Es porque vives en una fantasía...--Me mira confundida--Eso en partes es bueno, tengo que aclararlo.

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