Capítulo 51.

95 5 4
                                    

Capítulo 51: Él tiempo no lo cura todo...

Creí que en verdad el tiempo lo curaba todo, pero ahora me doy cuenta que no es así. Siento un gran vacío en mi pecho, un vacío que nadie puede llenar. No puedo vivir sin él, lo necesito a mi lado. Los días han sido largos y dolorosos.

Hace mucho tiempo que no salgo de mi habitación, ni de casa. Y hace tanto tiempo que no sé de él. Mis lágrimas no cesan jamás. Es duro aceptar que nada volverá a ser como antes, ni siquiera tengo palabras para describir lo que siento. Duele... Duele muchísimo.

Acaricio la rígida sábana que está tendida en mi cama, siento la humedad de ésta a causa de las tantas lágrimas que brotan de mis ojos.

Escucho como la puerta de mi habitación se abre, después, los pasos de alguien dirigiéndose a mí. Me quedo en la misma posición, sin voltear a ver quién es, ni siquiera tengo ánimos para eso. Siento una mano en mi hombro, lo único que muevo son mis ojos para mirarlo: Es Matt.

Se sienta a un lado de mí, y comienza a acariciar mi cabello.

-______.

-Hola -lo saludo sin ánimos.

-¿Cómo estás?

-¿Cómo me veo?

-Fatal.

-Ya sabes la respuesta.

Volteo mi cabeza a otro lado, para evitar verlo, todavía sigo enfadada con él. Sigue acariciando mi cabello, después escucho como suspira.

-Lo siento -dice.

Me llena de sorpresa, así que doy la vuelta nuevamente para mirarlo.

-¿Lo sientes?

-Sí. Siento haberte separado de Harry. Sé que estás así por él. No me gusta verte de esta forma.

Me siento en la cama lentamente y cruzo las piernas.

-Eso debiste de haberlo pensado antes, Matt.

-_____-intenta tomar mis manos, pero lo rechazo- Estaba molesto.

-Siempre lo estás.

-No puedo ni siquiera pensar que te pase algo, pequeña. Eres todo lo que tengo. Extraño que me llames 'papá'

Sus ojos son como dos zafiros, azules y brillantes, lucen increíbles aunque estén detrás de esos vidrios llenos de aumento. A veces maldigo tener los ojos color miel añeja, como los de mi madre. Quisiera que los míos fueran tan hermosos como los de Matt.

-Matt... escucha, sabes que te quiero...

-A veces pienso que no es así -me interrumpe- Recuerdo la vez en la que dijiste que me odiabas, me hace sentir fatal.

-No te odio, Matt. Estaba muy enfadada, no sabía lo que decía.

-Así es como me siento a veces, enfadado y no controlo lo que digo.

-Creo que después de todo nos parecemos en algo -reímos.

-Perdóname, ______. Si tú amas a Harry..., no te voy a prohibir estar con él.

Bajo la cabeza. Matt no sabe que ése no es el problema, no sabe lo que ha pasado entre Harry y yo. Suspiro y vuelvo a mirarlo.

-Matt... Harry y yo no volveremos a estar juntos... Jamás.

-Creí que tú...

-Tuvimos problemas, eso es todo.

-Sé que fue por lo que yo hice, lo siento en verdad.

-No. Estoy segura que no fue por eso.

Miro la almohada un momento y luego vuelvo a acostarme lentamente. Llevo mi vista a los ojos de Matt. Ya no se nota tan preocupado, quizás porque ahora lo he perdonado.

-Jamás entenderías como me siento. Cuando te enamoras, entregas todo, lo haces pensando que aquella persona te ama de la misma manera, pero..., después te das cuenta que es sólo una mentira.

-_____, te diré algo. Estos días que Harry ha ido conmigo, lo he notado algo... decaído. Creía que era porque no está contigo.

-No lo creo. -Tallo mis ojos- Ya no quiero hablar más sobre Harry.

-Lo siento.

-No es tu culpa.

Descanso mi cabeza en las piernas de Matt. Me mira y sonríe. Tomo una de sus manos y la acaricio. Ésta es una de las pocas veces que él y yo convivimos de verdad.

-Te amo, _____.

-Yo a ti, papá.

NEGOCIOS MISERABLES - HARRY STYLES Y TUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora