Que quede en el olvido

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Me encerré en mi habitación...
Después de lo que pasó con Ryu no regresé al instituto, pero realmente no me importaba perder clases y las vacaciones empezarían en un par de días así que no había mayor problema. No quería ver a esos sujetos por un buen tiempo, por fortuna Tatsuya no ha aparecido desde que se fue a arreglar esos «asuntos pendientes» que tenía, pero me alegro de que los tenga me alegra tener un tiempo sin él, un tiempo a solas, porque si él no está no tengo que ir al instituto y no tengo que ver a nadie.
Estoy completamente solo en casa, tal vez algún adolescente común en esta situación, haría una fiesta o llamaría a su novia o algún amigo para pasar un buen tiempo.
Yo no tengo amigos, mucho menos una novia, solo me tengo a mi.
Y aquí adentro de casa no tengo nada que hacer, ver la televisión no es mi afición, prefiero los libros y aunque podría leerlos en casa, me he acostumbrado a leer en exteriores con los sonidos de la naturaleza rodeándome, aunque ahora está nevando afuera y salir a leer no parece algo viable. No tengo muchos libros pero los que tengo son buenos... Tengo una laptop algo vieja que no uso mucho y un MP3, es lo que tengo para pasar el rato, pero realmente no necesito nada más, creo que es un milagro que tenga estos artefactos ya que raras veces Tatsuya me da cosas...

Quería olvidar lo que pasó en el instituto, sé bien que huir de los problemas no es «honorable» que no es algo que hace el héroe, pero enfrentarme cara a cara con Tatsuya o Ryu sería un suicidio...
En el momento que dejó de nevar tomé el MP3, el único libro que jamás he leído y salí de casa.
Me estaba muriendo de ganas por salir, ahora solo había nieve en el suelo y decoración navideña por todas partes.

La razón por la que no he leído el libro es simple... Es una historia de romance, dramática y trágica, yo no entiendo el amor, que se siente, como es... No lo sé, nunca lo he experimentado, mi padre murió cuando tenía 5 años, por lo que no lo recuerdo bien, nunca sentí aprecio de parte de mi madre, además  cuando me dejó supe instantáneamente que de verdad nunca le importe, por último no creo que Tatsuya me quiera. Por eso el libro no me llama la atención... Aunque era de mi madre, cuando me abandonó busqué sus cosas porque ella no podía abandonarme, eso pensé.
Lo único que encontré fue este libro, lo demás era ropa y fotos de ella y Tatsuya.
Este libro no dice el nombre del autor en ningún lado, ni el libro tiene título en sí, tiene pasta negra y no es muy grande. He leído poco por no decir nada, la primera página empieza con la historia de una chica y de dos chicos, aparentemente debe escoger entre amor y el mejor «partido».

Los otros libros que tengo son de aventura y fantasía, no se relaciona mucho con el amor y si se relaciona no es el tema principal, no soy aficionado del romance mucho menos tengo deseo de experimentarlo, en este punto me da igual, no creo que el amor de mi vida llegue en algún momento, aunque hay quienes se deciden a esperarlo, pero sinceramente si mi amor está ahí afuera perdido prefiero que se quede así y no me encuentre...

Después de salir de casa, empecé a andar sin rumbo, llegué a una calle comercial, esos lugares llenos de tiendas y restaurantes. Habían muchas personas ahí, supongo que en la época navideña todos salen a divertirse en familia.
Me sentía bien entre tantas personas, sentía que nadie podría hacerme daño en ese momento.
Caminé y caminé, compré una paleta de caramelo, de niño mi madre no me compraba muchos dulces, por eso ahora aunque suene algo tonto son como un tesoro. Si es que mi mente no se lo está inventando, pocas cosas recuerdo de mi madre en sus buenos tiempos, era hermosa, me habría gustado que fuese más valiente.

Esta vez no hubo necesidad de usar el libro para evitar alguna que otra persona, nadie quería molestarme.
Vi muchas cosas y muchas personas, vi algunos músicos tocando en la plaza algunas canciones instrumentales muy alegres de la época, unas personas que se pusieron a bailar la música que sonaba y los que los animaban con aplausos, me limité a ver nada más, aunque ver a tantas personas felices me hizo soltar una sonrisa, me sentía muy a gusto y deseaba en mi interior quedarme un buen tiempo más, pero se estaba haciendo tarde y tenía que regresar, aunque me habría gustado no hacerlo.

De camino a casa, iba totalmente calmado, tarareando la canción de los músicos que se grabó en mi mente y sin darme cuenta llegué a la puerta principal de la casa, no parecía que Tatsuya hubiese vuelto así que me quedé más tranquilo.
Estaba a punto de abrir la puerta cuando alguien me interrumpió.

〜🌸〜

—Nobuyuki tenemos que hablar...
—dijo Ryu—
No reaccioné por un momento, bajé la vista al suelo, dejé lo que hacia y me di la vuelta...

Lentamente subí la mirada, hasta llegar a los ojos de Ryu, se veía como si hubiese estado llorando.

—¿q-que quieres? —apreté los puños
—Si es por lo que paso en el instituto y-yo...

—¡Lo siento! —grito Ryu interrumpiéndome— debo decirte algo que debí confesarte hace mucho tiempo, Tú me...

—Espera —le dije— no, no me lo digas.

—pero necesito que lo sepas —insistió —es... Vital que lo sepas.

—Me asusta lo que puedas decir —confesé bajando la vista de nuevo.

En ese momento Ryu se acercó a mi, levanté la mirada para ver lo que hacía y de pronto me tomó de los hombros me acercó más y me besó, abrí los ojos como nunca antes cuando lo hizo.
En el momento en el que terminó el beso, me alejó un poco y quedé viéndolo directamente a los ojos.

—¿p-por qué hiciste...? —empecé a balbucear pero fui interrumpido.

—Me gustas Nobuyuki —dijo sonrojado pero serio, volvió a acercarme a él pero esta vez para abrazarme, yo solo me quedé quieto.
—Sé que he sido un idiota contigo desde que te conozco, pero me sentía confundido, no podía creer que me había enamorado de un hombre y créeme que me costó entenderlo... Pero aún así, aunque no quería aceptarlo, y-yo no podía permitir que alguien más se adueñara de ti, hice que todos se alejaran a propósito, era el camino más fácil, o eso fue lo que pensé... —dijo Ryu— Todo este tiempo estuve... torturándote, causándote miedo, dolor, alejándote de todos cada vez más, y también alejándote de mi... Lo que pasó el otro día en el instituto fue por una broma, íbamos a hacerte una broma... Pero cuando te tuve tan indefenso bajo de mi no pude resistirme, soy la peor persona del mundo lo se y n-no pretendo que me ames pero quiero que me perdones, porque no puedo ni siquiera dormir en las noches pensando en lo que te hice, en lo horrible que he sido contigo todo este tiempo... Por favor perdóname...
—dijo sollozando, no noté cuando empezó a llorar.

—Gracias... —dije.
Él me separó del abrazo, se veía confundido, secó sus lágrimas con la manga de su abrigo.

—¿p-por qué me agradeces? —dijo— no lo entiendo, no he hecho nada para que me agradezcas...

—te agradezco porque, parece que te importo...
Las lágrimas aun resbalaban por su rostro.
—Puedo perdonarte, pero no creo que llegue a sentir algo por ti... No después de lo que he pasado...
—dije viéndolo fijamente a los ojos.

El afirmó con la cabeza, e hizo una mueca de tristeza.
—¿M-me dejarías darte... Un abrazo?—dijo bajando la mirada.

—antes me besaste y abrazaste sin dudarlo ¿y ahora me pides permiso? Eres algo extraño... —dije con una sonrisa.

—lamento lo que hice, n-no lo haré de nuevo —dijo avergonzado.

—de acuerdo —dije — abrázame...

Él no dijo más, se acercó a mí y me abrazo fuertemente, no parecía tener intención de soltarme, pero no me molestaba en absoluto, su abrazo era cálido y no me hacía daño...

Se sentía bien.
Pero no duró mucho mi confort...

—vaya, vaya... ¿Que tenemos aquí?
—dijo Tatsuya.

¿Hice algo malo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora