Mi vida, si se le puede llamar así

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Fui al parque para olvidarme de todo por un rato y al principio funcionó, pero estaba empezando a sentirme incómodo y es por algo de lo que me di cuenta. Un hombre me observaba fijamente, creo que me siguió desde que salí de casa, veo bien que no intenta ocultarlo él esta buscando acercarse a mí desde hace ya un tiempo, se nota algo confundido y creo que ahora viene hacia mí.

Me oculté entre el libro que siempre llevo, aunque nunca lo he leído realmente, a pesar de fingir no verlo el hombre se acercó hasta quedar frente a mi, tengo la mala costumbre de creer que si no miro a las personas ellas tampoco me ven a mi, que estupideces.

—ven conmigo —Dijo.

Si me preguntan porqué lo seguí la respuesta es simple, curiosidad, me guío hasta una cafetería a la cual nunca había entrado.

〜🌸〜

Una vez dentro pude notar que no habían muchas personas y a pesar de eso fuimos a una mesa apartada de los pocos que había.

—Pide lo que quieras yo invito
—Dijo.

Se oía mas como una orden que como un gesto amable, así que no hice nada, vi el menú sin interés en pedir. El hombre entonces pidió dos cafés y le pidió a la mesera que nos dejara, parecía apurado, nervioso, con ganas de hablarme rápidamente y correr lo más lejos posible.

—Te he visto, durante mucho tiempo Y... —Se quedo en silencio—Me interesas, mas bien, me gustas.

¿Qué acaba de decir? Me impresiona lo directo que es, mas no lo que dijo, que le gusto, no hay de que asombrarse una vez que te sigue tanto tiempo.

—Eres muy lindo, ¿Eres gay?
—Preguntó.

—No-no lo se...

—¿Por qué no lo sabes?

—En realidad... Creo que cualquiera esta bien. —Dije.

Cualquiera que pueda pagar, Pensé.

—Entonces eres... Bisexual ¿eh?

—Eso creo...
—Dije desviando la mirada de él hacia la mesa y a tiempo regresó la mesera con los cafés, los puso en la mesa, pero pronto él hizo una seña para que se fuera.

—Si no te molesta yo... Bueno, me gustaría... Quiero que... Ah Mas bien ¿Te gustaría a ti...? —Tomó un sorbo de café para «refrescar» su mente.

—¿Quiere que me acueste con usted?
—Dije interrumpiendo su búsqueda de palabras.

Abrió los ojos, y escupió el café que tenía en la boca, después se quedó un poco perplejo por lo que le dije, yo mas bien me quedé viendo lo que hacia con un poco de asco porque escupió el café, pero...

—Pues... Si
—Dijo con una sonrisa mientras se limpiaba la boca con una servilleta.

—Está bien —dije mientras tomaba un sorbo de café —Pero debe decirle eso a mi... Jefe...

No sabía cómo llamar a Tatsuya mi padrastro y hablando de este el hombre frente a mí parece de la edad de Tatsuya, así lo veo tal vez un poco mayor, es de cabello moreno y ojos azules; debo admitir que es atractivo, pero es más raro que cualquier otra cosa.

—¿A tú jefe? —preguntó abriendo los ojos— Oh ya entiendo.

En sus ojos se reflejaba algo de incredulidad, con un poco de desilusión y quizá algo de pena por mi... Quizá por qué no era un virgen o quizá ¿Muy joven para ser un prostituto?
Este hombre vino a buscar sexo, me parece, me vio, le interesé y me lo ofreció, pero no se planteó la idea de que le estaba hablando a la persona «indicada» por así decirlo.

¿Hice algo malo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora