Capítulo 6

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Estaba guardando todos mis libros en el casillero, estaba decorado por dentro con fotos que me había echo con mis amigos. ¿Y adivinen con quien tenía mas fotos? Sí, exacto. Con Samuel y Ethan. Suelto un gran suspiro y cierro la casilla apoyando mi cabeza en ella. Menos mal que en este momento está todo el mundo en el comedor, si no pensarían que estoy loca.

¿Qué porqué estoy así?

No paraba de darle vueltas a la conversación que había tenido con Hugo. No era la primera vez que hablábamos de ese tema, pero está consiguiendo que me lo tome enserio. ¿Cómo va a ser verdad todo eso?
Pero ya no solo era la idea de que a ellos les gustara yo, era que a mi me gustaran ellos. ¿Me gustaban? Claro que no, estoy confundiendo sentimientos. Hay dos cosas que tengo muy claras. La primera es que los quiero demasiado a los dos. La segunda, que sería imposible tener una relación con alguno.

Pero estaba esa pregunta, la que llevaba toda la mañana atormentándole, se repetía una y otra vez en mi cabeza la voz de Hugo.

¿Si tuvieras que elegir a uno, a cual elegirías?
¿A cual vas a elegir?

¿Tendré qué elegir a uno? ¿Querré hacerlo? ¿Quiero?

No lo se.

Necesito despejar mi cabeza, y sé como hacerlo. De nuevo me dirigía a la aula de arte. No estaba Hugo, lo agradecía, ahora solo necesito estar sola.

***

Ya habían pasado las tres horas de después del receso. Y me tocaba ver a Samuel, ya que me lleva él a mi casa en su moto. Estaba tardando en recoger mis cosas. Sé que odia que tarde tanto, pero en este momento es lo que menos me preocupa. Salgo por la puerta encontrándome a Ethan apoyado en la pared de enfrente con su mochila colgada de un hombro.

Tira su mochila al suelo y acerca a mi mientras me mira a los ojos. Yo evito su mirada e intento seguir andando por el pasillo pero me agarra por el codo. Me quedo estática en el sitio, sin valor a mirarle, lo que menos necesito en este momento es tenerlo cerca.

-Sara, mírame -no lo hago- ¿Aún sigues molesta verdad?

Suelta un gran suspiro a la vez que me suelta y se lleva las manos a la cabeza.

Él se piensa que todo el numerito es por la pelea de ellos,¡Ni siquiera lo recordaba! Venga Sara no puedes quedarte quieta como un maniquí ¡Actúa! Si no lo haces se dará cuenta de que todo esto no es por la pelea. Te conoce demasiado.

-Sara, normalmente los enfados no te duran tanto, ven anda y dame un abrazo preciosa.

Estaba al lado mía y cuando se percató de que no tenía la más mínima intención de abrazarle, bajó sus brazos.

Yo tenía mis brazos en jarra y con toda mi fuerza de voluntad me acerqué a él hasta quedar muy muy cerca de su rostro mirándolo con los ojos achinados, de lo cerca que estaba su respiración chocaba contra mi rostro y la mía igual en el suyo.

-Escucha bien porque no lo voy repetir. Nunca protesto ni me mosqueo con vosotros y si lo hago a los dos minutos se me pasa pero ya he llegado a mi límite. No volveréis a repetir una escena así como si fuera alguno de los dos mi novio, cuando no lo son. Y si lo hacen, no les hablaré en lo que me queda de vida ¿Está claro?

Seguimos igual de cerca, Ethan traga y asiente con la cabeza sin poder articular palabra. Me doy un aplauso mental por lo bien que he estado.

-Muy bien, te veré mañana.

Y lo dejo en el sitio procesando lo ocurrido y lucho por no reírme de la situación. Soy la única de todo el instituto que consigue intimidar a uno de los chicos más rudos del instituto y eso me encanta.

Tengo la sonrisa que me llega a las orejas, pero se me borra en el instante que veo lo que tengo delante.

InalcanzableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora