—¿A que no puedes preguntarle su nombre? —me retó Gabriel.
—Eres un fraude, hombre. —Reí.
—Siempre lo has sabido y me sigues teniendo a tu lado —ríe.
Tomo lo último que queda de mi vodka y me levanto de mi silla. Gabriel me había llevado a un bar cerca de mi trabajo para que pudiera socializar y relajarme. Me estaba retando a hablarle a una chica rubia que estaba sentada en la barra de espaldas a mí, bebiendo un Cosmopolitan. Llevaba puesta una minifalda con una blusa que no dejaba mucho a la imaginación. Era sexy, si me lo preguntaban.
Caminé sonriendo por hacer caso al reto que me pedía Gabriel.
—Hola ¿Cómo te llamas? —pregunté con una sonrisa. La chica se giró y me encaró, mi sonrisa desapareció de inmediato. —¿Qué? —pregunté.
—Hola, Randy. Gusto en volver a verte —saludó. No parecía sorprendida.
—¿Qué haces aquí? —mi voz estaba estupefacta.
—Solo tomando un Cosmopolitan. —Se encogió de hombros —¿Y tú?
—Vine con un amigo. —Me giré a Gabriel quien la saludó desde su silla.
—Ya veo. Has cambiado mucho —me dio una rápida mirada. —¿Saliendo del trabajo? —enarcó una ceja bien depilada.
—Sí —Llevaba puesto unos pantalones de vestir con una camisa de lino blanca sin corbata y saco.
—¿Y no me vas a invitar algo de tomar?
—Disculpa, ¿Qué quieres? —llamé al barman.
—Otro Cosmopolitan —pidió.
—Y un vodka más, para mí. —El hombre asintió y se alejó.
—¿Cómo te ha tratado la vida? —tiene una sonrisa en sus labios rojos y una mirada llena de curiosidad.
—Muy mal, ¿Y a ti? —ella sonríe.
—Más o menos. —Todavía no asimilaba que estuviera hablando con ella, otra vez, después de años sin vernos. Nuestra relación había terminado muy mal para Leidy. Yo era un bastardo idiota. —Después de graduarme conseguí trabajo en Marketing, y ahora soy la directora de la campaña "Flaytons".
—Me da mucho gusto por ti —la felicité.
—Gracias.
—Y ahora estoy aquí hablando contigo, ¿Qué me dices de ti?
—Heredé la empresa de mi familia. Soy dueño de Rayson's —Me encojo de hombros restándole importancia. —No hay nada interesante en mi vida que pueda contarte. —Ella sonríe.
—¿Y qué me dices en el amor? ¿Alguna chica afortunada? —mi corazón se aprieta de dolor. Es un tema demasiado íntimo para hablar con ella.
—Has cambiado mucho —cambio de tema. Y ella se da cuenta, pero no dice nada. —No te hubiera reconocido de no ser por tu sonrisa, —sonrío. —También has cambiado tu forma de vestir —le doy un rápido vistazo.
—En este negocio se necesita seguridad de tu cuerpo y de ti mismo, de otra forma no llegaría hasta aquí. —Responde —Sé que cuando me conociste era una chica tímida y torpe. Vestía Jeans y playeras. Pero desde que lo nuestro finalizó me hizo darme cuenta que debía de seguir y un cambio me hizo bien. Me abrió muchas puertas en la industria.
El que haya traído a colación nuestra relación, me hace sentir como un idiota. Porque eso fue lo que fui; un idiota. Que la trataba a mi antojo, y negaba. La usé por mucho tiempo, solo para desahogarme de mis miedos y soledad. Ella siempre estuvo ahí cuando la necesité, y yo nunca estuve para ella. Después de decirle que nunca iba a funcionar lo nuestro la dejé, ella me suplicó que me quedara, pero la rechacé.
ESTÁS LEYENDO
OBLIVION ( Trilogía La Apuesta III )
RomanceLas carreras han quedado en el pasado o al menos eso parece. Después de dos años en coma, Becky regresa a la vida, pero perdió todos sus recuerdos. Y Randy no se encuentra a su lado para hacerle recordar su amor por ella. Se fue, creyendo que ella e...