Azul, nuestro amor se volvió azul, tu belleza se volvió triste, helada.
Ese día es el recuerdo más melancólico que aún conservo de ti. Te llevé a un campo, lejos de la ciudad, intentaba recuperarte, y ya que siempre te han gustado las constelaciones quise que las observases sin obstáculos de por medio. Era muy tarde esa noche, cuando, recostados sobre la grama observando el cielo, te giraste hacia mí.
«Me gusta alguien más»
Sentí como se apróximaba una tormenta, no sabía si era en el sitio o sólo era dentro de mí, sentí cómo todo colapsaba, y cómo todos mis motivos para vivir eran arrancados de mi corazón.