Prólogo

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Se despertó y vio una sombra en la pared de su cuarto, parece un lobo, Itzel escucha un gruñido, quiere gritar y no puede, ahora se encuentra aterrada en su cama, no sabe que hacer, quiere salir corriendo pero su pequeño cuerpo no le responde, la sombra se mueve, cada vez esta más cerca de ella, ella se esconde, como todo niño, de bajo de las cobijas, empieza a llorar y finalmente sale una palabra de su boca

- ¡Papá!

Su hermano se levanta del suelo rápidamente y se empieza a morir de la risa, su papá llega y le da una reprimenda, la niña aun asustada le pide a su padre que se quede con ella a dormir ya que cuando duerme alguien la visita y le asusta. No es la primera vez que su hermano le juega una broma, pero tampoco es la primera que ve sombras.

Itzel es una niña intrépida, perspicaz, ágil, tal vez por eso atrae a las sombras ¿no es eso lo que buscan? Alguien vivaz, pero ella es difícil de alcanzar así que con el paso de los años, se pierde la visión de esas cosas. Ahora Itzel duerme tranquila por las noches, sin miedo de que algo más la despierte a media noche.

Normalmente ella no recuerda las cosas que pasan en sus sueños, pero, como si se hubiese activado algo en ella de nuevo, empieza a tener uno de los sueños más nítido que ha tenido en años.

La ventana de su cuarto se encuentra abierta, la luz de la luna cae directo sobre ella, ya no es una niña, su cuerpo de ha desarrollado, es ahora toda una mujer, duerme tan pacíficamente que la sombra en el rincón de su cuarto deja salir en un susurro

"Que bonita se ve así"

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