Posesivo ©

Capítulo 32

Bueno, qué decir, aquí tenéis un nuevo capítulo, si, la cosa se va a poner interesante, espero que os guste. VOTAD Y COMENTAD. GRACIAS!!

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Dos horas más tarde, de incómodo silencio y gruñidos de Denna paré en una estación de servicio para descansar, llené el deposito de gasolina y vi como me miraba desde dentro del coche.

-Baja, vamos a tomar un café o algo -dije abriendo la puerta -.

Ella me ignoró completamente, me cabreé, desabroché su cinturón y la saqué del coche.

-Ahora bien, si tu eres una cabezota no es mi culpa, ahora aquí tú eres la bipolar y me estás poniendo nervioso -dije gruñendo -.

Denna en ese momento acarició mi cuello con las yemas de sus dedos, se acercó a mis labios y me besó. Me estaba controlando y sabía como hacerlo.

Solté un gruñido inconsciente y la agarré de la cintura para atraerla más hacía mi.

-Me estás controlando -susurré al separarme de ella -.

-Y es divertido -susurró acariciando mi entrepierna sobre el pantalón -.

-Denna, ¡dios!, ¿a qué juegas?

Capítulo 32

-Juego a calentarte -me susurró en el oído, su voz dulce y juguetona me obligó a soltar un gemido, pero no podía permitir aquello por una razón, su padrastro nos estaba persiguiendo desde que salimos de casa - ¿Qué pasa?

-Sube al coche y no preguntes, ¡rápido! -exclamé -.

-¿Qué pasa?

-¡He dicho que no preguntes! -le grité y me miró algo asustada -.

Una vez dentro del coche arranqué el vehículo, pisé a fondo saliendo de allí lo antes posible, tenía que despistarlo y lo haría.

-¿Qué demonios pasa, Dennis? -me preguntó Denna-.

-Anthony nos está siguiendo, me acabo de dar cuenta y no me importa pero si volvemos a casa y nos sigue sabrá donde vivimos, no lo puedo permitir, tengo que despistarlo.

-¿Y tienes que ponerte así de atacado? -gruñó molesta-.

-¿Quieres que te viole?, ¿que te folle mientras yo no estoy en casa? ¡No!, ¡No se lo voy a permitir ni loco! -grite lleno de rabia -.

-Ya estás loco -susurró ella -.

-Puede ser, ponte el cinturón, vamos a salir rápido de aquí.

Ella me obedeció gracias a todos los santos, se abrocho el cinturón y pude pisar el acelerador a fondo.

-Dennis, vas muy rápido.

-Estoy despistandole, no quiero que te haga nada -murmure -.

Después de una hora conseguí perderlo de vista, había bastante tráfico y mi velocidad le impedía acercarse, quizá podríamos haber sufrido un accidente pero confiaba bastante en mi habilidad para conducir.

Llegamos a la playa por fin, Denna se bajó del coche corriendo y la miré extrañado.

-¿Qué te pasa? -grité abriendo la puerta del coche -.

-¡Estás completamente loco! -gritó - Pensaba que me ibas a matar -susurró llorando -.

Me acerqué a ella, la abracé mientras acariciaba su pelo y besaba su cabeza, era tan tierna pero la había asustado de verdad.