Sweet [Suga.BTS]

IV

-¡¿Cómo no me habías dicho nada?!
Fue lo primero que escuchó Jin al despertarse aturdido en su cama debido a las zarandeadas que le propinaba su hermana.
-Buenos días a ti también Paula, tan simpática como siempre- Dijo Jin volviendose con voz ronca mientras se volvía a abrazar a la almohada, haciendo caso omiso a los quejidos de Paula.
-Jin, maldito muermo con patas despierta- Repetía Paula zarandeando, como podía, la espalda de su hermano.
Jin suspiró, resignado, fijó su vista en el reloj de su mesita de noche que marcaban apenas las nueve de la mañana ¿Cómo se le ocurría a su hermana despertarlo a esa hora una resacosa mañana de sábado?
La primera semana de octubre se fue con la misma rapidez con la que vino, el ritmo de las clases era frenético, los exámenes estaban a la vuelta de la esquina.
Paula se había pasado la semana con la mente muy alejada de los libros, pues clavaba su vista siempre que podía en el pasillo del alumnado de primero de bachillerato buscando, desesperada, a Jungkook.
Como era de esperar la repentina entrada de Jungkook no había pasado desapercibida, todo el Instituto había clavado sus ojos en él, sobretodo el alumnado femenino. Jungkook era, literalmente, bueno en todo, cosa que no le ayudaba mucho en su objetivo de pasar desapercibido.
Jungkook era ese tipo de persona que odiaba ser el centro de atención, que todas las miradas se clavaran en él, se ponía rojo como un tomate mientras ocultaba su rostro debajo de sus ya particulares gorros de lana.
Paula reía risueña cada vez que al moreno se le subían los colores, estaba tan absorta en Jungkook que se había olvidado por completo del rubio oxigenado de Suga, paseando por lo pasillos a paso de procesión, saltándose clases y ocupando la cancha de baloncesto en las horas libres, ese era su día a día.

-Paula, es Jungkook, un amigo. Ya esta- Soltó desesperado Jin ante la exigencia de su hermana.
-Eso ya lo se cabeza de melón, pero cómo se te ocurre no traerlo a casa algún día... Es decir, parece simpático- Dijo Paula intentando tapar su muy obvio interés por el menor.
Jin se reincorporó en la cama y fijo su aún nublada vista en Paula, quien recostaba a pié de cama mirándolo con cara de cachorro abandonado, suspiró, abatido, era primera hora de la mañana y no quería discutir con su hermana, a fin de cuentas era incluso más cabezota que él.
-Paula- Empezó a relatar- Jungkook es... Es complicado, es un chico complicado de tratar a decir verdad- Se frotó los ojos buscando las palabras adecuadas para definir a su amigo- Jungkook... él no ha tenido mucha relación con la gente ... ¿Me entiendes?

-¿No tiene amigos? preguntó confusa Paula.

-Claro que tiene amigos, me refiero a relación con otras personas...- Jin miró a Paula quien asentía con en ceño fruncido intentando entender a su hermano-... personas del distinto sexo.

Paula se quedó boquiabierta, cómo podía ser que Jeon Jungkook nunca hubiera tenido novia.

-¡NUNCA HA TENIDO NOVIA!- grito la morena.

-Sssshhh quieres callarte- le ordenó su hermano- vas a despertar a mamá- Jin suspiró al comprobar que su hermana se había tranquilizado lo suficiente como para seguir relatando- Jungkook ha tenido desde siempre un problema para relacionarse con mujeres, no puede, es inútil para eso, ya está. Y no, nunca ha tenido novia. Ahora querida hermana me vas a preparar el desayuno por haberme despertado a estas horas- Concluyó Jin dandole un suave beso en la punta de la nariz a su hermana.

-A ver si te echo cianuro sin querer en el café- Bromeó Paula antes de salir de la habitación de su hermano con una sonrisa de oreja a oreja. Ya sabía algo de Jeon Jungkook que los demás desconocían y eso le hacia jugar con ventaja.

*****
-¿Has organizado lo de Paula?- Le preguntó casi abordándola Nel a Jodie.

Jodie se quedó petrificada mirando a la cara de su amiga como si no supiera de lo que habla.