Adicción

#5 Vida

Ese día Oria había quedado con Noé en el parque. Traería a su compañera de piso, Patricia, y a su hija, que tenía la misma edad que Rodrigo. Patricia había estado de acuerdo en vigilar a Rodrigo y a su hija mientras Noé y Oria conversaban.
Oria conocía a Patricia, era una joven encantadora. Amable, simpática, trabajadora y con un buen humor que animaba al resto. Patricia era su mejor amiga, y algo así como una hermana para Noé. También estaba el hecho de que Abigaíl, la hija de Patricia, era hija biológica de Noé... Y estaba segura de que no habían utilizado la FIV (fecundación in vitro).

La relación que mantenían todos era muy compleja. Desde el hecho de que Noé no trataba a Abigaíl como su hija, algo que no entendía al ser su padre biológico, hasta el que Patricia jamás había intentado esconder su orientación sexual.
La chica había estado enamorada de Oria durante largo tiempo, pero jamás intentó nada respetando la sexualidad de la propia Oria. También quería muchísimo a su compañero Noé, pero Oria no entendía cómo habían llegado a "hacerlo" para tener una hija que Noé no quería tener.
Entendía que se trataba de confianza. Patricia quería un hijo, y Noé se lo había dado sin cuestionarle nada. La hija era totalmente de Patricia y Noé no se inmiscuía en ello.

Sentía cierta pena por la actitud de Noé, Abigaíl no merecía ese trato tan indiferente de su propio padre. Por supuesto ella no era tonta. Abigaíl había crecido en una casa de homosexuales. Su madre era lesbiana y su padre gay, entendía como había llegado ella al mundo. Oria estaba segura de que incluso había curioseado en cualquier escrito para cerciorarse de ese hecho.

Rodrigo estuvo de acuerdo en acompañarla. No puso ninguna pega. Oria estaba segura de que el chico sentía curiosidad por la, al parecer, vida interesante que ella llevaba.

Desde luego que ella misma se sentía única, aunque jamás había visto eso como una virtud.

Cogieron la moto y se dirigieron rápidamente al parque donde había quedado con su amigo. Aparcó la moto en un soporte metálico, atándola con un candado y poniéndole un cepo en la rueda para que no se la llevaran.
Con su bebé nadie se metía, y desde luego que no iba a permitir que la secuestraran.

Noé se acercó dando brincos, sonriente, y la abrazó casi estrangulándola. Saludó también a su sobrino con dos besos y un abrazo de oso. Rodrigo soltó una risita. Era fácil cogerle cariño a una persona como Noé. Su personalidad era otro mundo aparte al del boxeo.
Oria también saludó con dos besos a Patricia y a la joven Abigaíl que se colgó de su cuello.

Según Patricia, Abigaíl veía a Oria más como su padre que a Noé o a cualquier otra persona. Oria había cuidado de ella desde que nació y no tenía ningún miramiento hacia los regaños o sermones que debía darle. Ella era la "firme" de la familia.

Patricia una vez le dijo que se había enamorado de ella por su personalidad. Honesta, valiente, seria... pero cariñosa a la vez.

Oria no se sentía como una buena figura maternal, pero no le molestaba ser la paternal. Haría lo que Noé debería de hacer.

- ¿¡Tía Oria!? ¡Qué tal has estado, te he echado mucho de menos! ¿Porqué no has venido a visitarnos? ¡Necesito ayuda con biología, mamá y Noé son nulos en esa materia!

Comenzó a hablar Abigaíl rápidamente, cuando se giró y vio a Rodrigo se quedó pasmada. Se acercó a él y comenzó a mirarle haciendo muecas y pucheros.

- ¿Es tu hijo, Riri?

- No, cielo, es mi sobrino, el hijo de mi hermana.

Ella asintió y saludó seriamente a Rodrigo. Oria aprovechó para mirar a Noé con reproche.

- No entiendo porqué no quieres hacerte cargo de una niña tan cariñosa como es ella.

Noé suspiró y sonrió, negando con la cabeza. Cada vez que Oria veía a Abigaíl le soltaba esa frase rencorosa, mirándole como queriendo acuchillarle.