Crimen.

61 7 3
                                    

"¿Acaso el enamorarse es un crimen o algo malo?"

Mi nombre es Kim MinSeok, tengo 21 años y por culpa de mi físico no tengo ningún amigo, me he esforzado para ser más delgado a la vista de los demás pero no funciona, incluso ahora que mis músculos están marcados siguen llamándome 'gordo'. Mi vida no es realmente buena pero tampoco es mala, solo soy un humano más que tiene un aburrido trabajo en un banco, siendo el único cajero que tiene que atender a más de trescientas personas al día.

El 19 de septiembre, un día casi igual a todos, un hormigueo inunda mi cuerpo y hace que mi corazón lata descontrolado, no puedo ir al hospital para hacerme un chequeo así que simplemente lo ignoro y continuo con mis labores de abrir las puertas del lugar antes de que las personas comiencen a llegar. Son las 12:30 AM y apenas hay quince personas en el banco haciendo fila esperando su turno, tal vez hoy pueda pedir permiso y retirarme temprano. A cada persona que se pone frente a mi y me entrega una tarjeta, le obsequio una sonrisa llena de falsedad, también muy mal actuada, pero no debo ser grosero.

Han pasado treinta minutos y el banco sigue llenándose cada vez más, adiós a mi hora de comida. Mis ojos pueden ver a un chico cargando una mochila, es el hombre más hermoso que han visto mis ojos en tres años de trabajar en este lugar, quisiera apresurarme para poder atenderlo pero el teléfono suena dentro de la otra oficina, debe ser una llamada del jefe.

[Narra LuHan].

Un banco de muy buen prestigio, aproximadamente cincuenta personas que lucen adineradas, un hermoso cajero atendiendo y ningún guardia a la vista, a las cámaras puedo dispararles, si las cosas se ponen feas solo necesito huir, SeHun me espera con Tao en un auto en la esquina de la calle, hoy es mi día de suerte. El chico de trasero sexy abandono su puesto justo a la 01:05, justo como había sido indicado por SeHun.

Discretamente camino hacia la puerta de salida y de la mochila que llevaba conmigo, saco mi adorada tec 9 con 72 balas, me acerco a una chica que estaba cerca de mi y le apunto a la cabeza, sí, muy común pero siempre funciona.

--¡A VER HIJOS DE SU PUTA Y PERRA MADRE, SE ME VAN A LA VERGA DE AQUI O LOS VOY A MATAR A TODOS!

Pude ver el rostro de muchos palidecer en el momento en que grite eso y cómo nadie me hacia caso, suspire con pesadez, no queria ensuciarme ni cometer algún tipo de asesinato.

--Comenzaré contigo belleza.

Le susurré al oído a esa chica desconocida y después dispare asesinándola al instante, me excite en el momento en el que su cuerpo cayo al suelo, con todo el cráneo destrozado por mi disparo, comencé a reír y me hice a un costado de la puerta por si alguien se decidía a seguir mis indicaciones, probablemente ya alguien haya llamado a la policía, se me estaba agotando el tiempo.

Tengo 71 balas y hay exactamente cincuenta personas sin contar al cajero que usare de rehen, que lata. Me rasque los cabellos de la nuca con mi mano derecha y para ahorrar tiempo comencé a dispararles a todos, mis disparos daban siempre en el blanco, hacia mucho ruido pero de a poco vi como los cuerpos caían al suelo y se retorcían mientras el exquisito aroma a sangre inundaba mis fosas nasales y coloreaba de un hermoso carmesí el suelo, el único que quedaba en pie era un niño, lo tome por los cabellos y lo arrastre conmigo, camine por entre los cuerpos que se retorcían de dolor, algunos ya estando sin vida, necesitaba ver que el cajero no estaba desmayado si no mi trabajo hubiese sido en vano.

Complices. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora