Explosión.

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[Dos años antes + recuerdos.]

Perfumes, maquillaje, ropas finas, hombres mayores casi al lado de la muerte, personas hipócritas, este es mi mundo, un mundo en el cual si eres un buen actor puedes conseguir lo que quieres, con el pequeño precio de ser uno de los trofeos que presumen los hombres solitarios, en este mundo, el dinero no es el trofeo principal, lo que verdaderamente importa presumir es... Un lindo acompañante menor de edad, así puedes alegar que por tus buenas acciones y tu falso camino de bondad, ganaste el puro corazón de un niño o un adolescente.

Mi inocencia fue robada cuando yo cumplí los diez años de edad, ser un emigrante chino no es nada fácil, y menos cuando fuiste secuestrado por una asociación que decía ayudar a los niños afectados por las guerras o de bajos recursos, en mi cazo, soy uno de los sobrevivientes al reciente bombardeo que hubo en china, me trajeron hasta un lugar que sigo sin identificar, estuve varios años aislado con otro grupo de niños, a todos nos adiestraron como animales en algunas artes sexuales, nos iban a vender, a nosotros, unos niños que sólo queríamos un hogar pacifico y una infancia feliz.

Viví en un completo infierno hasta cumplir mis 17 años de edad, era el cumpleaños de mi comprador y muchos hombres y mujeres asistirían a la mansión para darle algunas muestras falsas de hipocresía, sin desearlo, yo también estaba invitado, era algo así como la atracción principal. Mi cuerpo nunca fue muy musculoso pero tampoco tan fino, podía pasar a la perfección por una chica de rostro feo pero de cuerpo aun aniñado, además de que mis cabellos rubios me hacían lucir hermoso.

Pude observar a muchos más niños y niñas de mi edad, todos lucíamos igual que un montón de muñecos, siempre educados y programados para obedecer en todo. Nunca fui bueno adaptándome a los lugares con muchas personas así que me escabullí hasta el único lugar que probablemente estaba sólo y desprotegido, el jardín de los arboles frutales, un delicioso aroma inundaba mis fosas nasales, siempre me sentí en un cuento de hadas cada vez que iba a ese jardín y hoy no fue la excepción. Pude ver a un príncipe de ropas negras bajar por las paredes, seguido por otro grupo de hombres, yo al ser ya un chico de 17 años no podía asustarme ni gritar y mucho menos cuando el príncipe de negro me sonreía hermosamente al mismo tiempo en que me hacia una seña con la mano para que me le acercara, yo simplemente obedecí, después lo vi extenderme una chaqueta en color negro, y retirarse sus zapatos del mismo tono para también ofrecérmelos. Incline mi cabeza hacia la derecha estando curioso de esa acción y opte por zacarme las odiosas zapatillas que había sido obligado a usar.

—–Hagamos que este lugar sea hermoso, lindo joven.

—–¿Hermoso?

—–Sí, las cosas hermosas no tienen porque estar llenas de personas malvadas. Hagamos todo esto explotar juntos.

Ahí fue cuando lo conocí, y junto a él, conocí la verdadera libertad, felicidad, todo, a pesar de que sólo fue por unos escasos segundos pude observar en su punto la belleza de las explosiones, desde explosiones capaces de destruir toda una mansión hasta explosiones capaces de hacer explotar el cráneo de un viejo asqueroso que abusa de niños. Ese chico de ropa negra me había dejado muchos recuerdos e incluso había reemplazado esos mismos recuerdos, ahora en vez de temerle a las bombas, las amé. Después de ese día no pude saber nada más de el, sólo conserve sus muchos recuerdos y esas prendas que me había obsequiado, las cuales sigo cuidando mucho más que a mi vida.

Mi vida tomo un extraño rumbo desde ese entonces, me la vivo yendo de fiesta en fiesta, atrapando a sujetos que son peces gordos, haciendo de a poco mi fortuna crecer, es patético ir por la vida follando y asesinando ancianos, así que hoy es el día. Iré a una fiesta de chicos jóvenes, casi de mi misma edad. Mi ropa consistía en un traje de color negro con los pantalones más ajustados pero flexibles que encontré, mi color favorito es el negro, he maquillado muy ligeramente mi rostro y me coloque un poco de loción con olor a frutas, puede que sea muy afeminado eso, pero realmente me siento feliz cuando puedo estar rodeado de ese aroma. Llegue en un lujoso auto deportivo color negro a la fiesta, hay muchos chicos a puestos pero pude ver una silueta que me atrajo desde el inicio, otro chico de cabello rubio y un trasero enorme. Lo busque con la mirada y lo vi coqueteando con un montón de chicas, ¿Quién rayos se cree ese estúpido para ignorarme a mí? El apuesto Huang ZiTao. De una de las bolsas de mi actual pantalón negro, saque una pequeña pero afilada navaja y la escondí por debajo de mi manga, fui directo hasta el grupo donde estaba el chico nalgón y me pare justo por detrás de una de las chicas que le estaba coqueteando a mi presa, me asuste al ver que no era una chica y que era un travesti.

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