Complices.

Disparos.

[Narra ZiTao.]

Mi precioso Magnum MK5 estaba quedando lleno de rasguños al pasar entre todos los árboles, estuvimos a punto de estrellarnos algunas veces contra algún árbol pero mis habilidades superiores en manejo y mi amor por el auto me ayudaron a hacerlo sobrevivir un poco más, la fabrica no quedaba tan lejos, no teníamos ningún arma y todo lo que llevábamos con nosotros eran unos cuantos explosivos de pacotilla, ¿Quién le tendría miedo a las luces de bengala? Los árboles cada vez eran menos, nos estábamos acercando y SeHun no emitía palabra alguna, en cambio se escuchaba como los paquetes donde estaban muestras pequeñas cosas de pirotecnia eran abiertas, de reojo miraba a mi apuesto novio sacarles la pólvora y meterla dentro de una bolsa de papel.

—–¿Qué estas haciendo Hunnie?

Le pregunte pero no obtuve respuesta, estúpida concentración de SeHun. Cuando ya estuvimos cerca de la fábrica, obviamente se notaron todas las jodidas patrullas estacionadas, mi auto podría dejar de funcionar en cualquier momento por culpa de toda el agua que lo empapó así que conduci hasta una de las paredes laterales de la fabrica y cerre los ojos antes de pisar el acelerador, adiós mi amado, fuiste el mejor auto del mundo. El golpe fue muy doloroso, algunos ladrillos se habían desprendido de la pared y nos habían golpeado a mi y a SeHun, espero que no nos hayamos lastimado de alguna forma el cuello.

Estuvimos un minuto recuperandonos del golpe y también retirando nuestros cinturones de seguridad, por una de las puertas del pasillo estaban saliendo muchos hombres uniformados listos para disparar, ¿Ahora qué? Pensé mientras me bajaba del auto dispuesto a correr, fue entonces cuando SeHun lanzo una por una nuestras seis bombas de humos, no daban tanta cobertura como una real pero servían para escapar, acto seguido lo vi arrojar la bolsa de pólvora en la que había estado trabajando durante todo el trayecto, me sentí más inútil que nunca cuando el tomo mi mano y me arrastró hasta el cuarto de armas, ¿Qué podría hacer para dejar de ser una carga para mi Hunnie?

[Narra SeHun.]

Gran parte de mi plan había sido exitoso, ambos estábamos casi a salvo y por culpa de un error mio no pudimos terminar en la habitación de las granadas, en cambio, habíamos terminado en la habitación de las pistolas, solo me quedaba una bomba de humo y ya no tenia más pólvora, mis disparos son muy malos y los de Tao ni se diga. Fruncí mi entrecejo y me cruce de brazos mientras estaba pensando, no tenia ningún tipo de idea en estos momentos.

ZiTao cerro la puerta de la habitación y se acerco a mí, me tomo por los hombros y me dio un corto beso, el cual correspondí mientras posaba ambas de mis manos sobre su firme trasero manoseandolo a mi gusto, no había mejor tranquilizante que los dulces labios de mi panda, dentro de mi cabeza estaba la idea de que tendríamos un buen faje antes de nuestra muerte pero todo fue distinto, el pandita me dio un golpe en la nuca y todo se fue tornando obscuro para mi.

[Narra LuHan.]

Iba por la carretera usando toda la velocidad que me ofrecía Suzuki, era difícil controlarla puesto que el pavimento de la carretera estaba húmedo, casi me parto la madre cuando una patrulla paso por mi lado, ese JungKook seguía siendo confiable, me tarde 30 minutos en llegar a la fabrica, me lleve una grata sorpresa al verla en ese estado, el tercer piso de la construcción estaba en llamas y algunos policías saltaban por las ventanas en un misero intento por apagar el fuego que les estaba calcinando el cuerpo. Me baje de Suzuki y la deje abandonada bajo la lluvia, entre por la puerta principal de la mansión y había cuerpos de policías tirados en el suelo con el casco roto y brazos, piernas y quien sabe que más rotos, de la mochila que llevaba en mi espalda saque a mis gemelas TEC-9 y me prepare por si llegaba a ser emboscado, revise cada una de las habitaciones de la fabrica y no había nada, fuera de la habitación de JongIn habían dos cuerpos muertos con el culo sangrando. Siguiendo mi recorrido fui hasta las habitaciones subterráneas donde todas estaban abiertas menos una, habían muchas gotas de sangre por el suelo y cinco cadáveres de policías tirados, al parecer el TaoHun se había estado divirtiendo por su cuenta y no me había dejado nada. El humo comenzaba a bajar por las escaleras y pronto se iría el oxigeno, fui hasta la única puerta cerrada y saque mi llave maestra del bolsillo trasero de mi pantalón, al abrir la puerta lo único que encontré fue a SeHun desmayado y atado con un montón de cinta adhesiva.