1. Broken.

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Era un nuevo día normal como siempre, en la bella ciudad de París; el sol brillaba resplandeciente con sus rayos cegadores, el cielo con algunas nubes blancas que formaban diferentes figuras. Sin embargo, aunque el día parecía maravilloso, no lo era del todo para Marinette, y es que la azabache de grandes ojos azules se encontraba llegando nuevamente tarde a clases aunque eso no era algo de qué sorprenderse puesto que esta siempre hacía lo mismo. 

Marinette quedó hasta altas horas de la noche escribiendo una carta que tratara de expresar bien cuáles eran sus sentimientos hacia el rubio y después de tener casi lleno el cesto de basura de bolitas de papel ella al fin pudo terminar de escribir una que describía perfectamente todo lo que sentía. Contenta con esto se había ido a dormir, ahora se encuentra corriendo hasta su aula con probablemente enormes círculos negros alrededor de sus ojos. 

Entró al aula de puntillas, intentando que la profesora, quién se encontraba escribiendo algo en la pizarra no la descubriera entrando en su clase a esas horas.  Se sentó en su lugar saludando a su amiga Alya y cuando estuvo por comenzar a sacar sus cosas para escribir lo que la profesora copiaba en el pizarrón, la voz de esta la interrumpió:

— Marinette Dupain-Cheng, ¿puede decirme qué son estas horas de llegar? ¡Siempre llega tarde a mis clases! ¿Podría tener un poco más de responsabilidad y levantarse un poco más temprano para no andar cometiendo estas faltas?—regañó la profesora, pareciendo bastante enfadada y dejando de copiar en la pizarra.

—L-Lo siento, le prometo que n-no volverá a pasar...—se disculpó avergonzada la ojiazul al tener todas las miradas sobre ella, aunque no le importaba mucho eso, solo el quedar en ridículo ante Adrien. 

—Espero no haya una próxima vez, porque no toleraré más esto—dijo un poco más calmada—. Bien, volviendo a la clase. Copien todo esto y luego les daré un trabajo para que lo hagan en grupo, los cuales elegiré yo, por cierto. Y con esto cerraríamos la clase del día. 

—Espero nos toque juntas, no soportaría hacer otro trabajo más con Chloé, la última vez tuve que hacerlo todo sola. Lo único bueno fue que también estaba Nino en el grupo así que no fue del todo aburrido y fastidioso, pero...—se calló cuando se dio cuenta que la azabache no le prestaba atención—. ¡Hey Marinette, si quiera me estás escuchando!

La chica que parecía estar ocupada observando absorta al rubio sentado frente a ella, al escuchar su nombre salir con molestia de la boca de su amiga, rápidamente salió de su trance y la miró apenada. Alya suspiró y relajó su expresión, la cual se había formado un ceño al ver que su amiga no le prestaba atención. 

—Dime ¿qué ocurre? ¿Acaso ya estás lista para decirle todo lo que sientes?—preguntó mientras señalaba al ojiverde con la cabeza.

Marinette suspiró y sacó la carta que había escrito en la noche de su mochila y le tendió a su amiga, la castaña la tomó sorprendida y es que le había hecho aquella pregunta en broma pero no pensaba que la azabache lo haría enserio.

Luego de leer toda la carta, Alya la extendió nuevamente hacia su amiga y sonrió tratando de demostrarle su apoyo a la chica que parecía estar demasiado nerviosa. 

—Todo irá bien, ya verás, ¿mira y si acepta tus sentimientos y los corresponde?

—¿Pero y si no? ¿Y si no lo hace Alya? ¿Qué haré? No podría soportarlo, no podría hacerlo—murmuró decaída. ¿Qué pasaría si ella le entregaba la carta y él no la aceptaba? ¿O si lo hacía pero luego le decía que no sentía lo mismo? Estas y más preguntas negativas se cruzaban por la cabeza de Marinette en ese momento.

—Si no te corresponde es un tonto, pero tu no te preocupes que de seguro lo hará, tú tranquila—sonrió nuevamente mientras palmeaba su hombro.

In the rain【MariChat】(Act. lentas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora