E p í l o g o

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Muchas veces es difícil decidir si lo que vas a hacer esta bien, si esa decisión no afectara a nadie pero ¿A quien de verdad le dolería tanto como a él?

-Pino no hagas esto por favor- lloró Bill-no me dejes solo.

El nudo en la garganta se le formó a Dipper.

-Bill dime una razón por la cual deba quedarme y creerte- cayó de rodilla al borde del barranco y no aguanto las inmensas ganas de llorar.

A Bill le dolía verlo en ese estado, se dio cuenta a que grado habían llegado ambos.

Entonces Bill pensó en su última opción.

-casate conmigo- dijo de la manera más sencilla y dulce.

Dipper abrió los ojos y lo pensó un momento.

Recordó todos esos momentos que deseo con su corazón estar con Bill, cada recuerdo que llegaba lo hacia reaccionar y pensar si estaba en lo correcto y tomo una decisión.

- ¿Todo volverá a ser como antes?- preguntó como un niño pequeño.

Bill le sonrio.

-Lo prometo.

-¿Y si no cumples?- dijo con dolor.

-Yo mismo te dejo libre y me alejo de ti- exclamó.

-¿No habrá más discusiones, ni desconfianzas?- exclamó por último.

-Entonces acepto- concluyó Pino.

Y esos momentos grises se volvieron color y todo se quedó enterrado en el pasado.

Y en ese momento todo cambio.

Cada uno se acercó hasta que quedaron enfrente esperando que lo que había quedado en el pasado y que no volvieron hacer en largos meses.

Se acercaron más uno al otro y sus labios rosaron hasta fundirse en un tierno beso.

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