—¿El lunes? —le preguntó la castaña con rizos rebeldes a la rubia.
—Los lunes y los miércoles tengo clases de violín —la respondió la más bajita de las tres amigas mientras giraba la cabeza para mirar a la de ojos grises—. ¿Para cuándo has dicho que es el trabajo?
—Para tres días antes de las vacaciones de Navidad.
—¡Qué vergüenza debería de darle a Don Mostacho! —exclamó la castaña sobresaltada—. ¡Tres días antes de las vacaciones y además la redacción es de unos tíos a los que tenemos más que vistos!
—Sam, mi padre y Sherlock no son "unos tíos" —dijo la rubia haciendo comillas con los dedos en la palabra tíos—. Para empezar, son parte de mi familia. Segundo, muchísima gente mataría por poder verle.
—Vale, Meri. No son unos tíos, son el pasivo de Sherlock Holmes y el tío que que compra mil cartones de leche al día.
Las tres chicas siguieron discutiendo sobre Sherlock y John hasta que llegaron al famoso parque en el que se conocieron. Se sentaron en un banco y sacaron los cuadernos para empezar a hacer los deberes, casi los habían terminado cuando de repente alguien salió de unos arbusto haciéndolas sobresaltar.
—Ayuda... —las dijo un hombre con arañazos en la cara y la ropa cubierta de sangre con el poco aire que le quedaba—. Moriarty... Ha vuelto...
Y tras decir esto el hombre dejó de respirar y cayó haciendo un estruendoso sonido en el suelo. Las tres chicas con los ojos abiertos como platos no podían reaccionar. Fue Adele, la más madura de las tres, la que llamó a su padre y le dijo que viniera con la policía y una ambulancia.
La policía llegó media hora más tarde del aviso de las chicas. Al llegar, Lestrade llamó a John y a Sherlock para que averiguaran quién pudo haber matado al hombre y que buscaran pistas que pudieran ayudar en la investigación. Meri se sentó de nuevo en el banco y recordó las últimas palabras del señor. Sus amigas intentaron animarla, pero fue en vano, porque ni siquiera los mejor chistes de Sam la hicieron sonreír. Al cabo de un rato llegaron su padre y Sherlock.
—¡Meri! ¡Gracias a Dios que estáis bien! ¿Qué ha pasado?
—Estábamos volviendo a casa a hacer un trabajo de historia contemporánea y... el señor... dijo: "Moriarty a vuelto" ¿Sabéis quién es? Me suena de haber escuchado a Sherlock hablar sobre él, pero son recuerdos vagos...
Sherlock, que estaba cerca observando el cadáver con lupa, se giró para mirar a John, quién se había quedado pálido y con los ojos muy abiertos.
—¿Papá?¿Te pasa algo?
—No, es que...
—Eres demasiado joven para saberlo, Meri —le interrumpió Sherlock.
—Sherlock, creo que debería saberlo...
—No. No quiero que lo sepa, pondría también su vida en peligro.
Meri intentó insistir, pero algo rojo entre los setos de los que había aparecido el hombre llamó su atención. Buscó una excusa un poco decente y consiguió escabullirse de ellos para seguir el rastro. Ella sabía que no era seguro, pero era como su padrino, una curiosa que lo tenía que ver todo. El camino por el que iba era de piedras asimétricas, estaban rodeadas de un diminuto lago que se estaba empezando a mezclar con la sangre, y más adelante había una cabaña de piedra medio destruida. Fue a abrir la puerta de madera, pero cuando la tocó, se cayó y se partió en dos. La rubia se giró rápidamente para ver si alguno de los policías había escuchado el estruendoso sonido, pero ninguno se había dado cuenta. Respiró hondo, se acomodó su gabardina marrón y se adentró en la casa.
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Soy Meri Watson
FanfictionMeri es la hija de John y Mary Watson. Es muy difícil que tenga amigos debido a que la mayoría de tiempo la pasa con su padrino Sherlock, pero aunque tenga pocos, son sus amigos verdaderos. Preciosa portada hecha por EditorialBlueStich (Sky-equis) ¡...