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Gabriel Woodhsuse esperaba muchas cosas: ser veterinario, tener su consultorio, vivir una larga y feliz vida...
Pero lo ultimo que esperaba era enamorarse. Enamorarse de un hombre.
Desde sus primeros momentos de razón, Gabriel sabía que le gustaban los hombres, pues nunca presto atención al sexo opuesto.
Eso lograba que fuera torpe con las mujeres y ganaba las burlas y decepciones de su tía quien perdía cada vez mas la esperanzas de que su sobrino encontrara una buena esposa.
Ella organizaba reuniones con damas de su edad o un par de años mas jóvenes. Pero Gabriel siempre hacía alguna torpeza que lograba que esas jovencitas no quisieran saber nada mas de l joven Woodhause o las rechazaba amablemente.
Desgraciadamente, todos los encuentros tenían en común que finalizaran con alguna dama derramando lágrimas (la joven o la tía) y Gabriel dirigiéndose a la sala a leer a anatomía animal o a Alejandro Dumas en el idioma original.
Una vez, a la edad de doce años (una edad razonable en los primeros romances), Gabriel le declaro a su hermana de dos años mas joven, la verdad sobre sus preferencias. Y el miedo de como lo toleraría la gente.
Y a pesar de sus pocos conocimientos sobre la estupidez que guía el razonamiento de las masas que conforman la sociedad, pero guiada por un corazón y buen razonamiento, la hermana le dio el mejor consejo que se podría dar: el amor es el amor y si nadie lo entiende, entonces esta equivocado.
Y un tiempo después de esa conversación, Gabriel le dijo que temía que nadie lo ame y que su tía logre casarlo con una mujer.
"-Yo creo que tenemos que casarnos por amor y nada mas. Tranquilo hermano, porque si no encuentras un hombre, yo seré tu amiga y te amaré como hermano y amigo. Pues yo ya he decidido que nunca me voy a casar. Solo estaré casada con el conocimiento."
La promesa de la joven se mantuvo desde ese momento hasta ahora. Un lapso de diez años.
Gabriel cabalgaba en la oscuridad pensando en el pasado.
Cuantos cambios ocurrieron. Ahora parecía que la única que se casaría sería su hermana Daisy quien creció hermosa como su tía y Raquel había predicho y de seguro sería la única de los tres que llegaría a contraer matrimonio.
Ahora estaba en las puertas de la mansión y recordó aquella noche del mes pasado en la que se enamoro por primera vez.

{∆}

Después de bailar con su hermana, el joven Gabriel se fue a tomar una bebida.
-Es su novia?- pregunto una voz.
-Que?- pregunto embobado al joven que tenia enfrente suyo.
-Pregunte si es su novia.
-No. Es mi hermana.
-Se nota el parecido. Sin embargo, usted es mas hermoso que ella.
-Ella es bella a su manera. Pero no a la manera de los otros. Nadie puede ver mas allá de lo que se le presenta.
-Perdón si le falte el respeto. No quise hacerlo.
-Acepto su disculpa.
-Y que hace un hombre guapo como usted sin compañía?
Gabriel sentía sus mejillas arder.
Ese hombre le estaba coqueteando a el.
El joven analizo al caballero que tenia enfrente.
Vestía un traje negro con un pañuelo rosado.
-Me llamo David Dickirson. Hermano del anfitrión y aventurero.
-Quien es el hermano el aventurero? Vos o tu hermano?
-Jajajaja. Sos todo un bromista. Eso me gusta- David le guiño un ojo-. Soy un aventurero. Con el dinero de mi padre viajo por muchos lugares y se muchos idiomas. También he aprendido sobre mucha cultura y fauna.
Cual es tu nombre?
-Gabriel Woodhause.- el chico le sonrió.
Entonces los dos hablaron sobre muchas cosas y antes de que el baile terminara, David le pidió verlo en el jardín.
-Puedo preguntarte algo?
-Que pasa señor Dickirson.
-Por favor, llámame David.
Entonces le extendió la mano y Gabriel se la estrecho. Ambos sintieron un choque eléctrico.
Y se David no pudo resistirse. Beso a Gabriel.
El joven se sintió sorprendido, pero le devolvió el beso.
Estuvieron los dos besándose por un tiempo hasta que se separaron.
-Puedo volver a verte? -pregunto Gabriel
-Eso iba a preguntarte.
Entonces los dos tuvieron encuentros en el pueblo. David disfrazado para no llamar la atención.
Y una tarde, David le contó sobre un baile privado que organizaba su padre por el compromiso de su hermano.
-Quisiera que vengas.
-Estas seguro?
-Por supuesto, amor mio.

AnnabelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora