"Pacify her, she's getting on my nerves. You don't love her."

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Blurry y Lola se la pasaron toda la noche riendo, hablando y claro, besándose.

Lola se había sentido feliz, sabía que su cumpleaños no terminaría mal después de todo.

Pero aún sentía rencor hacia sus "queridos amigos" por no haber asistido a su fiesta de cumpleaños.

-Lola, ¿aún sigues triste por lo de tu fiesta? - preguntó Blurry mientras tomaba la mano de ella.

-No, ahora ya no, ya que tú estás aquí. - dijo Lola tomando fuerte la mano de Blurryface. - Pero estoy enfadada con Electra y Timmy, ¿por qué no vinieron? - dijo Lola al borde del llanto.

-Tengo que contarte algo querida. - dijo Blurry volteándose para verla. - Electra hizo plan para que te separarás de Timmy, ella se lo llevo para que no viniera. -

- ¿Cómo sabes eso? - dijo Lola en shock.

-Me entero yo de todo, y más si es algo que puede dañar a mi dulce Lolita. - dijo acariciando la mejilla de Lola.

Lola se sentía enojada, traicionada por su supuesta "mejor amiga" y por el chico que suponía amarla.

-No quiero verte triste linda. - dijo limpiando las lágrimas de Lola. - Yo sé cómo te puedes vengar de ellos. - dijo agarrándola suavemente de la cara.

- ¿Cómo? -

-Ya verás cariño. - dijo. – Pero antes tenemos que hacerte un cambio de imagen, tal vez asi te puedas sentir mejor. – dijo para dejar un beso en su mejilla.

Se habían pasado toda la noche planeando su dulce venganza y cambiando la imagen de Lola.

Lola no estaba tan segura del plan de Blurryface, ya que pensaba que era un poco drástico.

-Okay Lola, ¿ya sabes qué hacer? - dijo Blurryface mientras se bajaba su gorro-pasamontañas.

-Sí, espero que de resultado. - dijo Lola nerviosa acomodando la chaqueta que tenía puesta.

Lola se volvió a ver en el espejo. No estaba tan segura de su cambio de imagen. Pero Blurryface le había dicho que le sentaba bien, aparte que asi nadie la distinguiría.

Había cambiado sus hermosos vestidos y moños por un vestido liso blanco, una chaqueta negra de cuero, unas medias de red y unas botas militares. Su maquillaje de tonos claros y alegres por una sombra negra y mucho delineador negro, y como toque final, había pintado debajo de sus ojos unas tipas lágrimas, una de diferentes colores, azul, morado, verde, amarillo y rosa. Había cortado su largo cabello hasta los hombros, y ahora tenía una división con dos colores diferentes, un lado negro y otro un morado grisáceo.

-Lola, andando, ya es hora. – dijo Blurry sacándola de sus pensamientos.

Lola salió de su casa y se dirigió a la casa de Electra.

Era tiempo de empezar la venganza.

-Buena suerte cariño. – dijo para darle un beso y desaparecer.

Lola camino hacia la casa blanca y toco el timbre de la casa de color blanco.

Espero 5 minutos y por fin la abrieron.

- ¡LOLA CARIÑO QUE ALEGRÍA VERTE! - dijo Electra. - ¡Dios, me encanta tu nuevo estilo cariño! Te ves menos aniñada. –

-Hola Electra. - dijo Lola irritada. Como le hartaba lo falsa que era Electra.
-Dime, ¿Qué te trae aquí? –

-Quería ver el por qué no asististe a mi fiesta de cumpleaños. - dijo Lola intentando no enojarse.

- ¿Fue ayer? ¡DIOS MÍO! Lola lo lamento tanto el no haber asistido, pero sucedió un compromiso y se me olvido ir a avisarte. - dijo Electra fingiendo disculparse.
-Tranquila no te preocupes, lo entiendo. –

Lola se encontraba enojada más que nunca. Odiaba que Electra fingiera ser una víctima, cuando en realidad solo era una maldita perra.

-Sabes, el hace unos días vi una tienda de ropa súper mona, estoy segura que te va a encantar. - dijo Lola haciendo una sonrisa fingida.

- ¿Enserio? Que esperamos vamos. - dijo Electra cerrando la puerta de su casa.

Comenzaron a caminar hacia una dirección desconocida.

-Lola, ¿cuánto falta? Llevamos media hora caminando. - dijo Electra cansada.

-Espera ya casi llegamos, solo necesito pasar por algo rápido. -

-Está bien. - dijo Electra enojada.

Habían parado en frente de la casa donde Blurry había llevado a Lola.

- ¿Qué vas a buscar aquí Lola? - dijo Electra extrañada.

-Vamos no seas marica, solo iré por una cosa y ya. - dijo Lola jalando a Electra hacia la casa.

-Espérame aquí, no tardó nada. - dijo Lola para desaparecer por la oscuridad.

Electra se quedó ahí parada viendo cada una de las pinturas y fotografías, hasta que escuchó un golpe violento.

-Lola, ¿eres tú? - dijo Electra con miedo. - Lola, deja de jugar y sal ya. - dijo Electra acercándose a una de las puertas.

Al entrar a este la puerta se cerró haciendo un horrible sonido.

- ¡LOLA DIOS DEJA DE JUGAR YA! - dijo Electra ya irritada.

Se acercó a la puerta para poder salir de esa horrible casa, pero estaba bloqueada.

-Vaya, pero mira a quién tenemos aquí, a nuestra querida amiga Electra Heart. –

- ¿Blurryface? ¿¡QUE CARAJOS ESTÁ PASANDO?! – dijo Electra asustada y enojada.

-Veras, te dije que alejaras a mi Lolita del estúpido marica, y lo hiciste, pero, ¡NUNCA QUE TE DIJE QUE LA HICIERAS LLORAR! – dijo enojado.

-Yo solo le di lo que se merecía, porque es una maldita perra. – dijo para reír al final.

Blurryface no aguanto más y le dio un puñetazo a Electra.

-Nunca te atrevas a decir eso de mi dulce Lolita, ¡NUNCA! ¡LOLA AHORA! –

En menos de un segundo, Lola salió y le dio un golpe con un bate de béisbol dejándola inconsciente.

-Bueno, agárrala, es hora de la diversión. –

Electra despertó amarrada en una cama, no recordaba cómo había llegado ahí. Lo único que recordaba fue que la habían golpeado en la cabeza y cayo inconsciente.

-Por fin despiertas cariño. – dijo Lola.

- ¡MALDITA SEA LOLA SUELTENME POR FAVOR! – dijo empezando a llorar.

-Mírala se ve tan patética llorando e implorando por su vida. – dijo Blurryface para reír al final.

- ¡POR FAVOR LAMENTO TODO LO QUE HICE! ¡DEJENME IR POR FAVOR! – dijo implorando.

-Lo haremos cariño, pero antes nos divertiremos un poco. – dijo Lola mientras sacaba un cuchillo.

Los dos cómplices se acercaron a la chica, y empezaron a encajarle repetidas veces sus cuchillos.

Electra comenzó a llorar y a gritar por el dolor que sentía.

-Lola, p-por favor a-y-yudame, p-p-p-por favor ayuda a tu mej-j-jor amiga. – decía Electra llorando.

-Hahahahaha, ¿Asi que ahora somos amigas? Te tengo que recordar todas esas veces que me ofendiste, que me humillaste. – al terminar de decir eso le dio una cachetada haciendo que Electra escupiera sangre. – ahora cállate. –

Había ya pasado una hora y aún seguían en su trabajo.

-Creo que ya fue suficiente cariño, ahora vámonos. – dijo mientras limpiaba su cuchillo.

Los dos agarraron sus cosas y el cadáver de la chica envolviéndolo en una manta.

Al llegar al vecindario, pararon en la casa de Electra, tiraron el cadáver y tocaron el timbre para después correr hasta la casa de Lola sin que nadie los viera.

Al cerrar la puerta lo único que escucharon fue un grito desgarrador.

-Mañana nos encargaremos de Timmy, ahora vayamos a descansar. -

Lolita [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora